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La huelga de profesores paraliza la UPV

El Rectorado admite un seguimiento del 90% y los sindicatos urgen a abrir una negociación

La huelga general del profesorado de la UPV en demanda de mejoras salariales paralizó ayer la actividad en los tres campus. El paro convocado por todos los sindicatos con representación entre sus 4.200 docentes -CC OO, STEE-EILAS, UGT, ELA, LAB y CSIF- vació aulas, despachos y laboratorios en la treintena de centros con que cuenta la universidad pública. El Rectorado reconoció que alrededor del 90% de los profesores secundó el paro, mientras que los sindicatos exigieron al rector y, sobre todo, al Departamento de Educación, la apertura de negociaciónes.

La ausencia de actividad académica en los principales centros de la universidad pública, como las facultades de Ciencia y Tecnología, Ciencias Económicas y Empresariales, Ciencias Sociales y de la Comunicación o la Escuela de Ingeniería, fue casi absoluta. De hecho, la presencia de docentes en las aulas se redujo a lo anecdótico.

Los representantes de las centrales se apresuraron a calificar la respuesta como "éxito absoluto". El Rectorado, que inicialmente había anunciado que no valoraría los resultados del paro hasta conocer los datos exactos facilitados por los distintos centros, lo hizo, sin embargo, por la tarde. Este cambio de criterio, explicó en un comunicado, se debió a la celeridad con que los centros han ofrecido los datos sobre la incidencia de la huelga. Admite que la repercusión del paro "ha sido muy amplia", con "niveles mínimos de docencia", y estima que el seguimiento del mismo "puede rebasar el 90%" en conjunto. El Departamento de Educación, principal destinatario de las reivindicaciones de los docentes de la UPV, mantuvo también ayer su criterio de evitar cualquier pronunciamiento sobre las peticiones de los sindicatos.

De poco sirvieron, por tanto, las consignas que dos centenares de docentes corearon en la mañana de ayer frente a la sede del Ejecutivo autónomo en Bilbao, al igual que hicieron algo más de cien profesores ante los vicerrectorados de los campus de Álava y Guipúzcoa. "Campos, Pérez, negociación" -en referencia al consejero Tontxu Campos y al rector de la UPV, Juan Ignacio Pérez- fue uno de los lemas más reiterados en la concentración de la capital vizcaína. Tras la pancarta en la que se reclamaba "un sueldo digno para todo el profesorado", se encontraban algunas caras conocidas del ámbito académico, como los ex vicerrectores Armando Bilbao y Juantxu Rivas o los catedráticos Francisco Doñate e Iñaki Antigüedad, dos de los candidatos a rector en las últimas elecciones.

El protagonismo de la jornada correspondió, sin embargo, a los representantes de las centrales sindicales. En una improvisada rueda de prensa, no ocultaron su satisfacción por el grado de respuesta, que calcularon también en más de un 90%. "Las clases que se han impartido hoy [por ayer] en el campus de Vizcaya se pueden contar con los dedos de la mano de un manco. Y lo mismo sucede en Álava y en Guipúzcoa", describió de manera gráfica Gonzalo Maestro, representante de Comisiones Obreras, la central con mayor implantación entre el profesorado.

Hasta Semana Santa

Tanto Maestro como Arantza Urkaregi, miembro de STEE-EILAS, definieron el seguimiento como "éxito absoluto" y subrayaron el grado de fortalecimiento y legitimidad que representa para las reclamaciones que defienden. "Es un día feliz, porque se ha conseguido situar al profesorado en la primera línea de la UPV, que es donde debe estar", explicó Maestro. Los sindicatos insistieron en que, tras la huelga, se incrementa la "obligación" del Gobierno vasco y del Rectorado de reconducir la situación y de establecer un diálogo sobre el sistema retributivo del profesorado.

Además, lanzaron una advertencia. "Esta misma semana vamos a realizar una valoración general sobre lo que ha ocurrido. Estaremos a la espera de una respuesta del Gobierno vasco y del Rectorado. Si no se produce antes de las vacaciones de Semana Santa, nos plantearemos organizar nuevas movilizaciones", manifestaron Maestro y Urkaregi.

La falta de sintonía entre el Gobierno vasco y el Rectorado con los sindicatos en el desarrollo del decreto de los polémicos complementos de productividad de los docentes (los llamados euskotramos) ha situado en primer plano una demanda inherente a la UPV: la mejora de los sueldos del conjunto del profesorado. La subida lineal de sus retribuciones en 6.000 euros anuales, cantidad que separa los emolumentos de la base del escalafón del cuerpo docente universitario de los profesores de Secundaria, se ha convertido en la bandera de la reclamación. A ello se añade la paralización del decreto de los complementos y la apertura de negociaciones sobre el sistema general de retribuciones.

Visión de los estudiantes

El silencio sustituyó ayer al bullicio habitual en el campus de Leioa. Algunos docentes sí acudieron a sus despachos e impartieron sus materias, pero sus casos fueron testimoniales, como el único profesor de Nerea, alumna de Tercero de Medicina, que hizo acto de presencia. "Casi nadie ha tenido clase", explica.

José, estudiante de segundo de Comunicación, ironizaba sobre los motivos del paro: "La verdad es que no conozco en detalle lo que piden, pero, por lo que sé, me da mucha pena que en lugar de ganar 2.100 euros al mes, ganen sólo 1.800".

Cree que hay otras necesidades más urgentes. "Los laboratorios de nuestra facultad están sin becarios que faciliten su uso y mantenimiento. Eso limita mucho nuestro aprendizaje y es más importante que la subida de sueldo de los profesores", dice.

Pese a la suspensión de todas sus clases, José subió a Leioa para terminar un trabajo.

Idéntico motivo llevó a las desiertas aulas de la Facultad de Ciencia y Tecnología a Ainhoa, estudiante de tercero de Matemáticas. Opina que la huelga es un derecho de todo trabajador, aunque no todos los docentes merecerían cobrar más. "Algunos trabajan mucho menos que otros", argumenta.

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