El Festival de Málaga celebra la trayectoria de Fernando Colomo

Los titubeos sentimentales y laborales de los veinteañeros a menudo se convierten en grandes dramas en el salto a la madurez. El director Daniel Sánchez Arévalo presentó esta peliaguda transición en Azuloscurocasinegro, y Roger Gual recayó asimismo en el desengaño juvenil y maduro con Remake, película que cerró la última jornada del Festival de Cine de Málaga, que anoche rindió homenaje al director Fernando Colomo.

El festival homenajeó anoche al director y productor Fernando Colomo, a quien esta edición ha dedicado una retrospectiva. "Abruma y asusta un poco, pero tampoco puedes decir que no porque satisface mucho", comentó el cineasta antes de la gala, en la que le acompañaron amigos como María Barranco, Ángela Molina y Juanjo Puigcorbé. Desde su ópera prima, Tigres de papel (1977), Colomo ha rodado 16 películas preñadas de humor y ritmo. Y no para. En septiembre presentará su nueva comedia, El próximo Oriente.

El debut del premiado cortometrajista Daniel Sánchez Arévalo le situó ayer en las quinielas de la crítica para el palmarés, que se conocerá hoy. Junto a Azuloscurocasinegro, también suenan las comedias Un franco, 14 pesetas, de Carlos Iglesias, y Bienvenido a casa, de David Trueba, aunque en las apuestas nadie descarta el documental Estrellas de la Línea, de Chema Rodríguez, que recibió una excelente acogida.

"¿Qué pasa si con 25 años sigues estancado?", preguntó ayer Sánchez Arévalo. Su primer filme, una comedia dramática enjuagada con un humor sutil, relata el futuro incierto de Jorge (Quim Gutiérrez), que se rebela contra su destino como portero de vivienda, atrapado por su estatus de clase baja. En su lucha contra ese futuro se cruza un hermano recién salido de la cárcel (Antonio de la Torre) y su novia (Marta Etura), que le pide nada menos que la deje embarazada.

A diferencia de sus impetuosos personajes, Sánchez Arévalo supo ser paciente y hace seis años guardó el guión en un cajón, hasta que después de exitosos cortometrajes como Exprés y Física II lo vio maduro. "Aunque conlleve el riesgo de resultar poco creíble, las películas que me gustan son las que hacen pasar de la risa al llanto", añadió Sánchez Arévalo, que traza esta historia urbana con un tono clásico y poético.

Tras triunfar con Smoking room, Roger Gual regresó ayer al festival para presentar Remake. Es una historia tan divertida como sórdida sobre el desengaño y la resaca de una comuna hippy en los años setenta. Dos parejas divorciadas regresan 30 años después para pasar un fin de semana acompañados de sus hijos. "Ninguna de las dos generaciones sale muy bien parada, pero hay cierta belleza en su fracaso", aclaró Gual, quien vivió tres años en una comuna. El choque generacional lo protagonizan Juan Diego, Silvia Munt y Eusebio Poncela junto a Gustavo Salmerón y Marta Etura, entre otros. Gual justificó su acidez como guionista: "Al no haber héroes ni perdedores, la ironía es la única salvación".