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Industria admite la existencia de más de cien canteras que no han regularizado su actividad

La consejería tiene registradas 52 explotaciones con sus planes de restauración aprobados

El Departamento de Industria ha admitido que en Euskadi existen más de cien canteras sin regularizar que incumplen una ley de hace 22 años. La consejería tiene registradas un total de 52 explotaciones activas que disponen de sus planes de actividad y restauración aprobados. De ellas, un total de 28 cuentan con una declaración de impacto ambiental y, por tanto, de medidas correctoras. Los datos, aportados por el propio departamento en una respuesta parlamentaria al PSE, muestran que el sector no está regularizado pese al decreto que el Gobierno aprobó en 2000.

Este decreto obligaba a las empresas a acometer proyectos de restauración de las canteras al tiempo que los de explotación, con el propósito de asegurar la regeneración ambiental una vez que dejan de funcionar. La normativa amenaza con el cierre a las compañías que la incumplan y establece el depósito de un aval por parte de la empresa que explota la cantera por importe del 80% del presupuesto de restauración. A principios de 2003, Industria aseguró que el 95% de las canteras que operaba en Euskadi tenía regularizada la actividad.

La parlamentaria del PSE Idoia Mendia presentó el pasado año varias preguntas en la Cámara sobre la situación de las canteras vascas y solicitó el listado de las existentes. En esa relación aportada por Industria no figuraban dos explotaciones en Mutriku que paralizaron su actividad a mediados de la década de los 80, pero que habían vuelto a funcionar en los últimos años.

La consejera de Industria, Ana Aguirre, asegura en su respuesta escrita que el listado sólo recoge las explotaciones activas con todas las autorizaciones, como el proyecto de explotación y el plan de restauración aprobados, el aval depositado y, si procede, la declaración de impacto ambiental.

"No se considera que deban figurar en dicha lista el resto de concesiones, autorizaciones, permisos y demás figuras que no cumplan" los requisitos que establece el decreto de 2000, asegura la consejera, quien agrega que las canteras en esta situaciónen la comunidad autónoma "superan las cien".

El Ejecutivo ha reconocido que incluso desconoce la existencia de canteras que funcionan, como una en Mutriku que trabaja gracias a un decreto de la alcaldía sin que la consejería tuviese ningún conocimiento.

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Sin control estricto

Estas situaciones reflejan que el sector sigue sin un control público estricto, situación que la Administración justificaba en los años 90 por los altos costes que tendría el cumplimiento estricto de la normativa.

Esta problemática llegó hace diez días al Parlamento, que aprobó instar al Gobierno a elaborar un plan que regule la explotación de nuevas canteras. Este proyecto está pendiente desde 1992, cuando el pleno de la Cámara recomendó su realización, y el compromiso es que se concluya en dos años.

La propuesta aprobada incluye una partida presupuestaria para recuperar las canteras abandonadas sin aval de restauración. Industria tiene censadas 52 canteras, de las que 47 están siendo explotadas. Las cinco restantes, según la consejería, se encuentran a la espera de licencias municipales para iniciar o reanudar la actividad o están pendientes de decisiones judiciales. Además del otro centenar sin regularizar, el departamento calcula que hay cerca de 1.500 abandonadas, aunque este dato se basa en un inventario realizado en 1996. La mayor parte de ellas son "de reducidas dimensiones".

El caso de Mutriku

Uno de los ejemplos del descontrol es lo ocurrido en el paraje de Miruhaitz, en Mutriku. Un grupo ecologista local denunció a Industria que el pasado 29 de septiembre se firmó un contrato de explotación minera entre la constructora que acomete las obras de ampliación del puerto de Mutriku y los propietarios de esos terrenos.

El Ayuntamiento concedió la licencia de obra mediante un decreto del 9 de noviembre, pese a que una resolución del Departamento de Medio Ambiente de 2004 señalaba que las obras del puerto no requerían "la apertura de nuevas canteras" y que se utilizarían materiales "procedentes de actividades extractivas en activo, debidamente autorizadas". El grupo ecologista señala que la licencia sólo estuvo avalada por una "revisión técnica favorable" de los informes que remitió la constructora.

La Delegación de Industria en Guipúzcoa respondió el 15 diciembre que de la cantera de Miruhaitz "no existe constancia como tal en esta oficina territorial".

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