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Entrevista:KEMAL DERVIS | Director del Programa de Desarrollo de la ONU

"El mayor obstáculo contra la pobreza es la violencia"

Kemal Dervis, turco de 56 años, dirige desde el año pasado el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y es un fijo en las quinielas que especulan sobre los posibles relevos de Kofi Annan al frente de Naciones Unidas cuando éste acabe su mandato, el próximo 31 de diciembre. Formado en la London School of Economics y en la Universidad de Princeton, con una carrera de 20 años en el Banco Mundial, Dervis fue el arquitecto de la recuperación económica en Turquía tras el desplome de 2001 y considera a España como socio clave en el combate que libra hoy para reducir la pobreza en el mundo. Hace unos días estuvo en Madrid, donde se entrevistó, entre otros, con el ministro de Economía, Pedro Solbes, y el de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

"El perdón de la deuda reconoce una situación de hecho; no implica nuevos recursos"
"No soy candidato a suceder a Kofi Annan; quiero concentrarme en asuntos económicos"

Pregunta. Los Objetivos del Milenio, que el PNUD ha hecho suyos, se establecieron en 2000 y fijaban metas muy concretas -de reducción de la pobreza, alfabetización, etcétera- para 2015. ¿Le siguen pareciendo posibles ahora que el ecuador se acerca?

Respuesta. El tiempo se acorta, sí, pero la tecnología y el know-how necesarios para conseguirlo existen. No son objetivos imposibles. Lo que necesitamos son, por un lado, recursos, que la comunidad internacional ya ha prometido. Por el otro, políticas y esfuerzos en los mismos países en vías de desarrollo. Si logramos juntar ambas cosas -recursos y reformas-, es aún posible cumplir con los objetivos en muchos países.

P. Los indicadores de algunos países, sobre todo en África, son en cambio hoy peores que en 2000 e incluso que en 1990. ¿Por qué?

R. Básicamente por culpa de los conflictos armados. El mayor obstáculo contra la pobreza es la violencia. Hay otro importante: en algunos países las instituciones son débiles. Donde más puede ayudarse es en la construcción de una Administración pública eficaz, en la capacidad para regular la economía de mercado, en facilitar las inversiones del sector privado...

P. En la última cumbre del G-8, el verano pasado, los países ricos prometieron condonar la deuda a los más pobres. ¿Lo han cumplido ya completamente?

R. La decisión se ha tomado y es sólida, pero para algunas cuestiones -las relacionadas con el Banco Mundial y el Banco Africano para el Desarrollo- los donantes han prometido también reponer los recursos a estos bancos para que puedan continuar las ayudas. Es este punto el que no ha concluido todavía.

P. ¿Y la condonación tendrá realmente incidencia en la lucha contra la pobreza?

R. Es una medida importante y sólida, pero no hay que olvidar que esta deuda no iba a ser pagada en ningún caso. Por tanto, este perdón lo que hace en realidad es reconocer una situación de facto y no implica nuevos recursos.

P. ¿Existe algún vínculo entre la pobreza y la crisis por las viñetas de Mahoma?

R. Lo hay, pero es aún mayor respecto a la desigualdad y falta de participación. Lo que lleva a estas tensiones tremendas es el sentimiento de no tener control sobre el propio destino. Por supuesto que el altísimo desempleo entre los jóvenes en muchos países es un grave problema y los extremistas lo explotan. Hay que combatir la pobreza, pero también creando un mundo en que la gente sienta que puede participar en la toma de decisiones y que lo que sucede tiene alguna conexión con sus aspiraciones. Por esto es tan importante la iniciativa de España y Turquía de la Alianza de Civilizaciones.

P. La crisis de las viñetas la procede en parte de la libertad de expresión. ¿Cómo se aplica en la práctica, ante un caso así, la Alianza de Civilizaciones?

R. No es fácil traducirlo a la práctica, pero mostrar voluntad de liderazgo ya es importante. En segundo lugar, hay que evitar el doble rasero. No es verdad que en Occidente todo esté permitido y que todos pueden escribir lo que quieren. Hay límites, como la apología del racismo. El respeto hacia los demás y la protección frente al insulto son también partes importantes de una sociedad civilizada. Finalmente, el diálogo es muy útil: permite identificar problemas antes de que sucedan, no después.

P. Algunos le señalan como posible relevo de Kofi Annan como secretario general de la ONU.

R. He asumido hace poco la responsabilidad sobre los asuntos de desarrollo en la ONU. Soy economista y siempre me he concentrado en asuntos económicos, que es donde quiero seguir trabajando. No soy candidato.

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