La buena educación
Francia y Alemania han tomado el mal camino. Sus sistemas educativos se han despedido de la excelencia y, tras siglos de brillo y rigor, empiezan a dar muestras de un agotamiento que amenaza con hundir a la UE, frente a sus cada día más vigorosos competidores americanos y asiáticos. Éste es el diagnóstico que acaba de presentar a la Unión Europea Andreas Schleicher, autor del informe PISA y uno de los mejores especialistas en educación. Sus conclusiones vienen avaladas por datos poco discutibles. EE UU gasta por estudiante universitario el doble que la UE; Alemania, Francia e Italia tienen un porcentaje de licenciados igual o menor que en los años sesenta y, por último, atención: de las 20 mejores universidades, sólo dos son europeas (y además anglosajonas, Oxford y Cambridge). Ante tan rotundo suspenso, Schleicher ofrece una vía de recuperación: aumentar con decisión el gasto educativo y la autonomía de los centros. Por cierto, España está incluida en la advertencia.
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