La emoción contenida de una "modesta y joven ceramista"
El acto de presentación de la exposición Los Picassos de Antibes tuvo ayer un momento de emoción, si bien contenida, por parte de la nuera del pintor, Christine Ruiz-Picasso, que recordó cómo a través de los numerosos artistas que vivían entonces en la Costa Azul conoció a Picasso en Antibes cuando ella era "una modesta y joven ceramista", y no sabía "que después tendría una relación más cercana con él" al casarse con su primogénito, Paul. "Imaginen la emoción que he tenido al encontrar esta colección excepcional al final de mi vida en Málaga", afirmó Christine Ruiz-Picasso, que estuvo acompañada por su hijo Bernard, presidente del Consejo Ejecutivo del Museo Picasso Málaga.
La muestra, organizada por los museos de Antibes, Málaga y Barcelona, en colaboración con la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, ha sido, según Christine, fruto de la "no-casualidad", a pesar de haber sido posible gracias a que el museo de Antibes está cerrado por reformas. El director de este museo de la Costa Azul, Jean-Louis Andral, dijo que la exposición se ha conseguido gracias a la "colaboración ejemplar" entre los tres museos Picasso del Mediterráneo. En la muestra están recogidas todas las pinturas expuestas en el castillo Grimaldi, excepto una, Ulises y las sirenas (1947), que no ha viajado por motivos de conservación. "Es una pieza extremadamente frágil y todos hemos estado de acuerdo en que no convenía moverla", aseguró ayer Bernardo Laniado-Romero, director del museo malagueño.
Formas geométricas
Junto a las pinturas, la exposición cuenta con una serie de dibujos en tinta y grafito sobre papel que podrían ser estudios para futuras esculturas de Picasso. Estos diseños se han colocado en el espacio museístico de forma que, según Andral, "dialoguen con Desnudo de mujer sobre fondo verde". Este cuadro, a caballo entre la pintura y la escultura, impresionó vivamente a Henri Matisse, que lo replicó en varias ocasiones.
Además de las fotografías de Michel Sima, que después de pasar por el campo de concentración de Auschwitz propició el encuentro entre Picasso y Dor de la Souchère, la documentación del trabajo del pintor en Antibes se completa con la proyección Picasso: joie de vivre, un filme de 12 minutos de Jean Berthier.
La consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Torres, aprovechó la inauguración de Los Picassos de Antibes para hacer balance de los dos primeros años de funcionamiento del museo de la ciudad natal de Picasso. "En dos años se han expuesto 755 obras de Picasso, una cantidad muy importante para un museo que apenas ha empezado su vida". La concejal de Cultura de Antibes, Monique Canova, bromeó sobre los "celos" de su ciudad ante la salida de las obras de arte.
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