La fiscal del Tribunal de La Haya no descarta el suicidio de Milosevic
Los forenses tratan de despejar las dudas sobre un supuesto envenenamiento del recluso
Carla del Ponte, fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), no consiguió disipar ayer las dudas acerca de las causas de la muerte de Slobodan Milosevic. En su primera comparecencia pública desde que el ex presidente serbio fuera hallado inerte el pasado sábado en su celda, dijo que no descartaba un suicidio. "Habrá que esperar los resultados de la autopsia. Sólo hay dos posibilidades: muerte natural o que se quitara la vida". Citando fuentes cercanas al Tribunal, la televisión holandesa aseguró anoche que se habían encontrado en su sangre restos extraños.
Los primeros resultados oficiosos de la autopsia se limitaron a confirmar ayer la muerte de Milosevic por "una parada cardiaca causada por un infarto". Según las informaciones de la televisión holandesa, los análisis que maneja se refieren a productos contra la lepra y la tuberculosis. Ambos anularían el efecto de la medicación para la hipertensión que tomaba el reo. El TPIY no confirmó dicha información. La familia del fallecido sostiene que fue envenenado.
Se esperaba que en la necropsia efectuada ayer en La Haya estuvieran presentes dos patólogos serbios. Tal vez también hubiera uno ruso solicitado por Zdenco Tomanovic, asesor legal de Milosevic. Él se encargó de ahondar en la teoría de un supuesto envenenamiento. Mostró una carta manuscrita supuestamente dirigida por el ex presidente yugoslavo al ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov. En la misma, pediría auxilio al haber descubierto una conspiración para asesinarle. "Le vi por última vez el viernes. Me dijo que tenía en su poder los resultados de unos análisis efectuados en Holanda. En su sangre habrían aparecido restos de medicamentos contra la lepra y la tuberculosis. Dos males que nunca padeció", dijo Tomanovic.
Los exámenes de sangre datarían de enero, pero Milosevic se habría hecho con ellos hace pocos días. El 8 de marzo para ser exactos. El 10 remitió la carta a los rusos y el 11 estaba muerto. "Me dijo: '¿Cómo es posible que aparezcan trazas de productos contra enfermedades que no tengo? Nunca he tomado nada parecido a sabiendas", recordó el abogado. Mira, la esposa de Milosevic, y su hijo Marko querían que la autopsia se efectuara en Moscú. Buscados ambos por fraude en Serbia y huidos a Rusia, consideraban "una profanación tocar el cadáver si no era en un lugar seguro donde no pudieran falsificarse los resultados".
Antes de salir al paso de estos comentarios, Del Ponte recordó a las autoridades serbias su obligación de colaborar en la búsqueda de prófugos del TPIY y puntualizó que el cargo de genocidio que pesaba contra Milosevic (además de crímenes de guerra y contra la humanidad) podrá demostrarse en otros procesos. "Hay más acusados por los mismos hechos, en especial la matanza de Srebrenica. Por eso es más urgente que nunca que Belgrado traiga a La Haya a Radovan Karadzic y Ratko Mladic", aseguró. El líder político y el militar serbobosnio están considerados los autores del asesinato de 8.000 varones musulmanes al este de Bosnia en 1995.
Sobre lo ocurrido en las últimas horas de vida de Milosevic, la fiscal declaró que precisaba la autopsia para pronunciarse. "Ahora hay rumores". Tampoco aclaró si Milosevic seguía bien los consejos médicos holandeses. El cirujano cardiovascular ruso Leo Bokeria, conocedor del historial del ex presidente yugoslavo, dijo ayer que en Holanda se sospechaba "que no tomaba las pastillas recetadas". Otros miembros de la fiscalía expresaron el mismo temor mediado el proceso. Del Ponte añadió que rechazar un tratamiento "es un derecho humano".
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