Un puente a la FP

Mientras la educación universitaria ha perdido un 9% del alumnado desde 1999, la formación profesional (FP) tiene un 10% más de estudiantes desde entonces. Aun así, los universitarios siguen siendo mayoría: 1,4 millones frente a poco más de medio millón en la FP. Tan elevado número de universitarios dificulta encontrar un trabajo acorde con su formación y, por otro lado, existe una falta de profesionales cualificados. En este contexto, la reforma educativa (LOE), que se tramita en el Senado, introduce algunas novedades.

La prueba de acceso a la FP de grado medio (cuando no se tiene el título de ESO) y a la FP de grado superior (para los que no hicieron antes el bachillerato) podrá ir precedida de un curso preparatorio organizado por las comunidades, cuya nota hará media con la que el alumno obtenga en la prueba de acceso propiamente dicha.

Algunos expertos coinciden en que los títulos requeridos antes de matricularse en ambos grados de la FP (ESO y bachillerato) prestigian estos estudios. Por ese motivo, así lo estableció en 1990 la LOGSE. Pero se dejaba una puerta abierta; los alumnos podían pasar al grado medio de la FP sin el título a través de una prueba de acceso, siempre que tuvieran 18 años. Y con 20 para los que quisieran matricularse en el grado superior desde el grado medio. Durante el Gobierno del PP, cuando Mariano Rajoy era ministro de Educación, la edad se redujo a los 18 años para acceder al grado superior. La LOE lo deja ahora justo en el medio, 19 años. "Hemos pretendido crear conexiones" entre los distintos sistemas, explica la subdirectora general de FP, Soledad Iglesias.

Otra novedad recogida en la LOE es que los titulados en FP de grado superior podrán acceder a "las carreras universitarias que determine el Gobierno" y convalidar algunas de las asignaturas superadas.

La reforma educativa hace referencia también a una ley aprobada durante el último Gobierno de Aznar: la Ley de Cualificaciones y de Formación Profesional, de 2002, que se empieza a desarrollar ahora. El Catálogo Nacional de Titulaciones, que aquella ley preveía, aún está en proceso de elaboración. Éste servirá "de referente para toda la formación profesional, tanto la reglada (la que se imparte en los institutos) como la ocupacional y la continua", añade Iglesias. La ocupacional es la destinada a la preparación de los parados, y la continua, al reciclaje de los trabajadores, ambas dependientes del Ministerio de Trabajo.