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Reportaje:

Colegios con afán identitario

Las 'ikastolas' privadas promueven el diseño de un programa escolar con el apoyo del Ejecutivo vasco

Las ikastolas privadas han elaborado un programa educativo en el País Vasco para la enseñanza obligatoria (de los seis a los 16 años) que ha recibido el apoyo y la financiación del Gobierno autónomo y que ha levantado ampollas en el sector público escolar, así como la indignación entre los partidos no nacionalistas, que han acusado al Departamento de Educación de hacer dejación de funciones que le son propias, como el diseño de un programa escolar. Los responsables de Educación dicen que ese proyecto no es más que una propuesta, que no se trata de algo oficial. Sin embargo, lo suscriben y lo han apoyado con 250.000 euros de los 650.000 que se han empleado.

Se trata de un proyecto educativo de fuerte carga identitaria que toma permanentemente como ámbito de estudio a Euskal Herria, es decir, Euskadi, Navarra y el País Vasco francés.

La propuesta responde, según sus promotores, a dos "grandes necesidades y objetivos". Por un lado, asegurar la transmisión de la cultura vasca, "ausente en algún caso o insuficiente en otros", en los currículos oficiales de las administraciones educativas. El texto recoge la pretensión de que el alumno "tome conciencia, asuma y valore la propia identidad personal y la identidad vasca" para "avanzar", dice más adelante, "hacia una identidad vasca que asuma de manera plena y sin exclusiones, desde sus raíces históricas, todos los elementos de una cultura rica y plural [...]".

El segundo gran objetivo que marca el texto es incluir las competencias necesarias para vivir "en una sociedad vasca integrada". Entre esas competencias, los autores de la propuesta destacan que los alumnos deben aprender a pensar, a comunicar, a vivir juntos, y a emprender.

La Confederación de Ikastolas (que reúne al 17% de los centros educativos, todos en la red privada), la Federación de Colegios Cristianos (con el 33%, también privados), Sortzen Ikasbatuak (un sector minoritario de las asociaciones de padres de la escuela pública) y el Departamento de Educación están ultimando la propuesta final. El proyecto ha ido concitando adhesiones en otros sectores, fundamentalmente de la red privada concertada.

Ayudas públicas

Las ayudas públicas que ha recibido el proyecto y el hecho de que el Gobierno no se haya puesto a la cabeza de la elaboración del currículo han sido las causas de la indignación por parte del sector público y de los partidos políticos. Los populares y los socialistas de Euskadi acusan al departamento de hacer dejación de sus funciones y delegar en la Confederación de Ikastolas la confección del currículum. El mercado de los libros de texto, en el que tienen intereses directos algunas de las entidades que están definiendo la propuesta, es otra de las cuestiones que puede estar latiendo tras el proyecto, aseguran estas formaciones.

El PP y el PSE consideran "inasumible" lo que está ocurriendo. La parlamentaria y responsable de los temas educativos del PSE, Isabel Celaá, rechaza de forma tajante que una cuestión de "esta envergadura" tenga que ser "cocinada por una entidad privada como es la agrupación de ikastolas, fuera del Parlamento vasco y al margen de la comunidad educativa". Comisiones Obreras, sindicato mayoritario entre los docentes de la red pública, subraya que el currículum debe hacerse de acuerdo con un consenso entre todos los agentes, desde sindicatos hasta partidos, pasando por colegios y profesores. "La actual propuesta está hecha en clave ideológica, sectaria", zanja. El secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, exigió al departamento "lealtad" a la hora de elaborar el currículum. Una lealtad, explicó, que iría en dos direcciones: no superar el porcentaje de contenidos que le corresponde a Euskadi (45%) y que éstos sean constitucionales.

Por su parte, padres y directores de centros públicos coinciden en la necesidad de que se elabore un nuevo programa escolar, pero también recelan del proceso que se ha seguido. Tienen la sensación de que Educación se ha quedado en un segundo plano.

Desde la asociación de padres de la escuela pública vasca, su presidente, Imanol Zubizarreta, lamenta que el proceso seguido para elaborar la propuesta "no haya sido el adecuado". "El Departamento de Educación no debe ser un agente más, como si fuera una pata del banco. No ha marcado las pautas y se ha convertido en uno más de la cuadrilla. Y, además, debe tratarse de un currículum oficial que sea de aplicación en todos los centros".

La asociación de directores de centros de primaria e infantil de la red pública coincide en que "el Gobierno debe ser el titular y el que marque el camino por medio de sus técnicos y expertos. Es lícito aceptar consejos de fuera, pero debe ser un equipo público el que lleve a cabo el trabajo, y aquí es al revés".

La incorporación al proyecto de la potente Federación de Colegios Cristianos (Kristau Eskola, en euskera) en 2004 supone un paso crucial en el proceso debido a su amplísima presencia en la enseñanza vasca. Cuenta con un 33% de los centros educativos de la comunidad, todos ellos en la red concertada. La presencia de los colegios cristianos ha permitido que en algunos ámbitos se vea el currículum con otra óptica, menos impregnado de nacionalismo. El director general de Kristau Eskola, Aitor Bilbao, defiende que la propuesta que hay encima de la mesa es un planteamiento "sólido, integrador, plural y abierto a la evaluación y recogida de propuestas de mejora".

El documento, de unas 500 páginas, tiene un capítulo titulado 'Visiones del mundo y religiones', desde el que se explica que la realidad del pueblo vasco "es incompleta e incomprensible" sin el conocimiento y "respeto" al papel de la religión, "especialmente del cristianismo". "La presencia de la fe y la cultura cristianas y la aportación de la Iglesia son factores de gran influencia en la configuración de la sociedad vasca y su cultura", prosigue el texto. Por tanto, la religión -"el hecho religioso", muy repetido en el texto- se presenta "como una de las respuestas más importantes que dan sentido a la vida y a las hondas inquietudes de la persona". La religión impregna alguna otra parte del programa.

El documento también recoge la pacificación en el País Vasco como reto y prioridad, la Iglesia y la cultura vascas, nacionalismo y religión, y el euskera como elemento de comunicación y unidad son otros de los contenidos de esta área, que también abarca un detallado repaso a las características de las principales religiones y de la historia del cristianismo en Euskal Herria.

"Euskaldunizarse"

Respecto a la enseñanza de idiomas, la propuesta recoge el tratamiento del euskera, del castellano, del inglés y del francés; al término de la etapa obligatoria, el alumno deberá manejarse en español y en euskera. Con relación al euskera, el texto hace una diferenciación: "... una cosa es la enseñanza del euskera, y otra, la educación euskaldún. Para euskaldunizarse (vasquizarse), además de conocer el euskera, deben interiorizarse las características culturales más representativas que se han originado o adaptado en la sociedad vasca".

El texto no olvida la complicada situación de violencia que vive el País Vasco y abunda en la necesidad de educar para la paz.

En el capítulo de las ciencias sociales se aborda la situación de la comunidad, tanto desde el punto de vista geográfico como político o su trayectoria histórica -'Entre dos Estados: España y Francia'-. Está estructurado pedagógicamente a partir de un bloque de preguntas: ¿de dónde venimos?, ¿cómo convivimos y solucionamos los conflictos? o ¿hacia dónde va el País Vasco?, entre otras.

Niños en una escuela pública de Vitoria.
Niños en una escuela pública de Vitoria.PRADIP PHANSE

"Sólo es un planteamiento"

La Confederación de Ikastolas está en el centro de todas las miradas. Su director general, Iñaki Etxezarreta, explica que, en la medida en que se extiende la enseñanza en euskera a través del bilingüismo, uno de los mayores retos para las ikastolas (donde nació la educación en lengua vasca) era elaborar un currículum. Y a ello se pusieron ya en 1996. "Las ikastolas inician la investigación, pero se dan cuenta de que es necesario un amplio consenso en la comunidad educativa para que el producto final sea una obra colectiva y no de una parte", puntualiza Etxezarreta.

El director de la confederación aclara que ahora sólo hay una propuesta y que tendrá que ser el Departamento de Educación el que decida en qué porcentaje la acepta y si finalmente la adapta a la normativa, al 45% de contenidos que la ley le permite. Sobre el debate de quién ha tomado la iniciativa para diseñar un currículum, señala la idea de que "las escuelas son algo vivo y, a menudo, van por delante de los planteamientos oficiales. Hay situaciones en las que alguien tiene que tomar la iniciativa, y en este caso, lo hizo la confederación". "Pero sabemos que se trata de una cuestión de articulación social y de que tiene que implicarse toda la comunidad educativa".

Por su parte, el Departamento de Educación asegura que no ha encargado a las ikastolas ni a "nadie" la confección del documento. El director de Innovación Educativa, Konrado Mugertza, explica que la consejería se ha limitado a "adherirse e impulsar" una propuesta. "Cuando lleguemos a la fase del currículum oficial, el departamento, que es el único competente para diseñarlo, lo elaborará con la concurrencia de los agentes educativos". Mugertza precisa que en la actualidad lo único que hay en la mesa es "un planteamiento para Euskal Herria". En el futuro es probable que el currículum oficial se nutra en gran medida de esa propuesta, pero ésa es una fase que "aún está por llegar".

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