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Reportaje:EXTRA

Diario de una sesión heroica

Tendencias, identidades, ideales, premios. Son algunas de las claves de la conversación con los cinco arriesgados protagonistas de una historia de moda y cómic.

"En el sentido romántico todos nos sentimos un poco héroes, pero yo no tengo tanto valor como Lucas, mi personaje en la serie Los hombres de Paco", habla Hugo Silva. Actor madrileño de 29 años, conocido por sus papeles en Al salir de clase o Paco y Veva que hoy aparece en la citada serie policial de Antena 3. "Mi personaje está muy basado en las películas de acción, porque él las ve y luego imita actitudes, gestos… Es muy peliculero. Pero es un héroe total en el sentido de que lo da todo por el ciudadano y por el caso". Silva acaba de bajarse de la moto. Aún lleva puestas las botas, la cazadora y los vaqueros pitillo. El atuendo de motero que ilustra, al tiempo, una de las principales tendencias de la moda masculina de esta primavera y el aspecto de un superhéroe, Lobezno, de X-Men, cuando no está de servicio. Porque seguir la moda es, para algunos, una hazaña. Porque para no perder el hilo de la tendencia a veces hay que tener superpoderes. O no. "Yo creo que no me interesa la moda, pero luego me dicen que sí: que no llevo un vaquero y una camiseta cualquiera", dice Álex González. "Lo que es seguro es que revistas de moda no compro, pero me gusta verme guapo. Aunque sigo bajando al chino en pijama. Es gris y, sí, se nota que es un pijama".

Álex González comprando en pijama es una imagen radicalmente distinta de la que el actor ofrece mientras habla. Impecable esmoquin blanco, que le sienta como un guante, y que confiere aplomo a sus gestos. Nominado al Goya como actor revelación por la película Segundo asalto (galardón que finalmente se llevó Jesús Carroza por 7 vírgenes) y popular por la serie Motivos personales, González es un chico de 25 años, agitado y sensato. Una curiosa mezcla. "Ganar un premio como ese es muy jodido, un arma de doble filo. Si tener un Goya fuera sinónimo de trabajar, yo firmaría por conseguirlo, pero no es así. Así que con la nominación me conformo", reflexiona. Acaba de estrenar otra película, Una rosa de Francia, pero en estos momentos su máxima preocupación es averiguar si encontrará más trabajo o tendrá que "volver a poner copas". "Es que a veces soy tan realista que rozo el pesimismo. Pero me considero un luchador y un trabajador. Es la única forma de conseguir lo que quieres en la vida".

Y tal vez en eso se parece al personaje que le ha tocado interpretar en esta sesión: el elegante Bruce Wayne, cuya afición por el traje bien cortado y el esmoquin recuperan las pasarelas de París y Milán. "Batman me mola mucho porque es muy serio, muy burgués y muy sufridor", remata González.

La dualidad es algo inequívocamente presente en la vida de Xoel López. A los 27 años, este músico coruñés que, desde mayo de 2001, ha publicado tres álbumes (Not what you had thought, If things were to go wrong y Los jóvenes mueren antes de tiempo) como Deluxe. "Soy un solista, pero mi sonido es más propio de un grupo, y al principio pensé que si me daba a conocer con mi nombre se me podría confundir con un cantautor. Después llegó un día en que pensé en cambiarme a Xoel, pero me gusta la distancia. Me identifico con la idea del personaje y la persona. Deluxe y Xoel. Son roles muy diferentes. Es inteligente saber diferenciar cada papel". Deluxe, el músico, se ha convertido en una referencia muy respetada en el pop español. Y en un miembro muy activo de algo parecido a una generación, con ganas de hacer ruido, ayudarse y colaborar. Un planteamiento un tanto idealista que comparte con Amaral o Iván Ferreiro. Y que tiene algo de heroico. "Los músicos tenemos mucho que ganar si colaboramos", opina Deluxe. "Tenemos una filosofía de vida parecida y eso hace que todo fluya. Está ocurriendo más y más. Parece que lo normal es que haya competencia, y hay que romper con esa idea. Hay movimiento, colaboraciones… Pero siempre son cosas que decidimos nosotros. Por amor al arte, no hay nada impuesto por la industria. Son colaboraciones gratuitas, por puro placer".

El estilo de estudiante despistado de Peter Parker, mucho más conocido como Spiderman, se ha traducido, tendencia obliga, en un colorista atuendo a medio camino entre lo colegial y lo universitario. Pero los estampados y tonos chillones no asustan a Xoel López. Que no es un recién llegado a lo llamativo. "En mi caso, la música siempre fue acompañada de una estética. Con la ropa demuestras qué eres; aunque, precisamente, pases de todo. Y yo no soy David Bowie, pero me parece entretenido. Cuando tenía 15 años vestía con trajes de sastre y pañuelos. Un cantoso, vamos. Conservo la idea de que vestirme para un concierto es un ritual". De cómo un traje puede convertirte en un personaje también sabe algo Arturo Valls, el único hombre de negro que ha participado en las dos etapas del programa Caiga Quien Caiga: la de Wyoming y la actual, con Manel Fuentes. "El traje negro es un poco como el de superhéroe", opina Valls.

Este periodista valenciano de 30 años es, además, uno de los protagonistas de la serie Camera Café, en Tele 5, donde se lanza definitivamente al mundo de la interpretación. "Estudié periodismo, pero nunca lo ejercí al uso. Siempre me gustó la parte de show, de circo. Mezclar la actualidad con humor y darle la vuelta a la noticia. Hacía deportes y luego reportajes de sociedad en una tele local, pero siempre fui metiendo bromas", relata. "Si tuviera que definirme como algo sería como bufón, porque me gusta entretener. El reportero de CQC es un personaje. Pero actor me suena muy fuerte. Yo soy novato en esto y en el reparto de Camera Café hay gente de mucho nivel".

De Clark Kent, que compensaba las sonrojantes mallas de Superman con un atuendo de paisano cargado de formalidad, le gusta su "actitud tontuna". Y, como él, admite que a veces viene bien tener otra identidad que te solucione papeletas, conquistar a la chica y demás. "Utilizas a tu personaje televisivo para que te haga el trabajo sucio. Y lo haces porque cuesta menos eso que explicar que no estás trabajando, no tienes guión y no vas a ser todo el tiempo gracioso. De todas formas, muchas veces estás sobrevalorado, porque la gente está entregada de entrada: te conocen de la tele y cualquier cosa que digas se convierte en lo más gracioso del mundo".

Las ventajas de la fama televisiva no las conoce Óscar Jaenada. A los 30 años, este catalán se ha llevado el premio Goya al mejor actor por su interpretación en la película Camarón. Pero la gente no le para por la calle. "Por suerte o por desgracia, el cine español no se ve mucho; así que la gente no me reconoce. La cosa cambia cuando sales en la tele y en las revistas", declara. Pero en la gala de entrega de los premios más de uno se quedó con él por su original traje, firmado por Davidelfín. Y de ese mismo diseñador es la camisa con la que Jaenada llega al estudio de fotografía. "Intento ir bien vestido y gustarme a mí mismo. Davidelfín o Amaya Arzuaga me parecen dos potencias brutales de la moda española y tengo la suerte de que me dejen su ropa. El traje de los Goya… Mi abuela me dijo que era muy chulo, y pensé que si a ella le gustaba le podía gustar a todo el mundo. Me hizo mucha gracia".

Ha encadenado tres papeles protagonistas (Noviembre, XXL y Camarón) y ahora ha decidido parar. Descolgar el teléfono. Por algún tiempo. "Me he tomado un tiempo de descanso de la interpretación. Para comer, vivir, observar. Tienes que ganar para después poder dar. Además, hay que saber decir que no, ser prudente".

Vestido de blanco total, color dominante esta temporada, emulando la bata de científico de Bruce Banner cuando éste no se decide por el verde de La Masa, Jaenada traza su plan para los próximos meses: regentar un bar en Madrid (Amor de Dios, 13). "Proyectaremos cortos, montaremos exposiciones… Somos cuatro socios. Desde hace un año y medio, cada miércoles, pasábamos un cortometraje en un local y solían venir los directores… Al final eso se nos quedó pequeño y hemos montado este espacio". A González le da miedo poner copas; a Jaenada le ilusiona. Pero ambos comparten su devoción por una profesión que les puede llegar a conferir algo parecido a los superpoderes. "Una de las cosas que más me gusta de este trabajo es que te da como un carnet invisible para conocer otras culturas, otras músicas, otras vidas", apunta Jaenada.

Motero, elegante, colegial, color blanco y clasicismo. Cinco tendencias de temporada. Logan, Bruce Wayne, Peter Parker, Bruce Banner y Clark Kent. Cinco superhéroes de incógnito. Y Hugo Silva, Álex González, Deluxe, Óscar Jaenada y Arturo Valls. Cinco hombres dispuestos a divertirse con su imagen y con el vestir. Y eso sí que es un acto casi heroico.

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