Las empresas notan cada vez más la competencia del resto de España
La industria acusa la presión de los productos baratos de Asia
Las empresas catalanas se sienten cada vez más presionadas por la competencia. Pero salvo en el caso de la industria, en el que se apunta hacia Asia como fuente de amenazas, las firmas de servicios, distribución y construcción confiesan que el mercado español es el que las aprieta más. Según una encuesta con 4.000 empresas de la Cámara de Comercio de Barcelona, nueve de cada 10 compañías encuentran competencia en precios.
La cámara analiza las respuestas y pide "medidas encaminadas a mejorar la competitividad" de las empresas catalanas, "sobre todo teniendo en cuenta que han perdido en los últimos años y que esta pérdida se podría continuar agravando".
La encuesta no se centra únicamente en las empresas del sector industrial, sino que ha sido elaborada sector a sector porque la cámara cree que la competencia que afronta cada uno de ellos es diferente. Los resultados globales desvelan la confesión abierta de que todas las empresas han notado un incremento de la competencia en los dos últimos años, pero unas más que otras. Las que se declaran más presionadas son las del sector hotelero y las industriales. En ambos casos, más del 85% de las compañías afirman que la batalla comercial se ha endurecido. A mayor distancia, y en orden descendente, les siguen la distribución, el comercio minorista, la construcción y los servicios a empresas.
En términos generales, son las empresas de mayor tamaño, por tanto, las que cuentan con recursos suficientes como para abrirse al exterior, las que dicen sufrir más la competencia. Sin embargo, el enemigo no es siempre el mismo.
Los hoteleros y el Magreb
Los productos procedentes de los países asiáticos, de China en particular, miden sus fuerzas, sobre todo, con la industria catalana, en particular con la textil y de confección, el calzado y el cuero. Por el contrario, en casos como el sector hotelero, la principal amenaza que se aprecia viene de Europa, occidental y oriental, y del Magreb, siempre según los resultados de la encuesta de la Cámara de Comercio.
Uno de los aspectos que más llaman la atención es el hecho de que en los últimos dos años las empresas han acusado una mayor competencia de los productos y servicios del resto de España. Y esta reflexión la hacen tanto los constructores como los comerciantes, pasando por los hoteleros, los empresarios del sector servicios y los industriales. Y los que más entre todos ellos, los directivos de empresas alimentarias, de bebidas, tabaco, papel y artes gráficas.
La principal arma con que batalla la competencia es el precio, aseguran industriales, constructores y comerciantes. Pero a la industria, además, la lleva de cabeza el problema que suponen las copias o imitaciones de marcas, diseños y otros derechos, particularmente procedentes de Asia.
"En un contexto como el actual", apunta la cámara, "competir en precios y costes laborales es cada vez más difícil, y lo que haría falta es avanzar en la innovación y en la mejora de la calidad de nuestros productos y servicios".
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