Uribe busca reforzar su popularidad en las legislativas de Colombia
Los 274 escaños en juego son clave para la reelección del presidente
Los siete partidos afines al presidente, Álvaro Uribe, han puesto en marcha una gran campaña para intentar ganar la mayor cantidad de votos en las elecciones legislativas que se celebrarán el próximo domingo. Cuantos más escaños ganen de los 274 en juego, más probabilidades tendrá el presidente de conseguir la reelección en los comicios de mayo. Mientras tanto, el tradicional Partido Liberal intenta, sin éxito, frenar el avance del uribismo.
La campaña para las elecciones del domingo ha sido muy agria, plagada de acusaciones cruzadas, incluso entre miembros de una misma formación. Los siete partidos uribistas buscan por todos los medios catapultar al presidente, mientras la oposición ha sembrado el mensaje de que deben ser votados para dar nuevos aires a la democracia y frenar a un Gobierno autoritario. Los rivales de Uribe, sin embargo, lo tienen difícil. Están en juego 274 puestos, 172 en la Cámara de Diputados (de los cuales dos están reservados para indígenas y otros dos para afrocolombianos) y 102 en el Senado.
El tradicional Partido Liberal ha echado mano del ex presidente Alfonso López, de 93 años, para intentar revivir una fuerza política agotada y carente de ideas. Su principal argumento contra el Gobierno ha sido la supuesta cercanía entre el presidente y los grupos paramilitares. Mientras tanto, las demás fuerzas de la oposición tampoco han esgrimido un argumento de peso para socavar la popularidad de Uribe.
Parecería que todo va viento en popa para el Gobierno y, sin embargo, las propias rencillas internas le han hecho más daño que los rivales. Los partidos que componen la coalición que apoya al Ejecutivo -entre los que se encuentra el tradicional Partido Conservador- no han logrado hacer frente común debido a su afán de demostrar quién es el uribista número uno.
Una encuesta publicada el fin de semana por el diario El Tiempo asegura que, aunque puede que la lista liberal sea la más votada para el Senado, el uribismo -sumando el resultado de los siete partidos- obtendrá la mayoría en la Cámara. Esa misma encuesta, no obstante, también revela que ha bajado la popularidad de Uribe del 65% al 53% con vistas a las presidenciales de mayo próximo.
Nuevas reglas
Las elecciones del domingo, por otra parte, incorporan nuevas reglas de juego. Habrá listas únicas por partido. No obstante, el votante podrá señalar su preferencia por uno de los candidatos que aparecen en la lista. Añadido a esto, se ha establecido un número mínimo de votos que un partido debe conseguir para tener escaños en el Congreso. De 1.250 listas inscritas en 2002, se ha pasado a 465 gracias a las modificaciones impuestas para estos comicios. Sin embargo, la inclusión del voto preferente ha convertido la campaña en una competencia personal y no de partido.
Por otra parte, el próximo domingo y, por consulta popular, el Partido Liberal y el Polo Democrático Alternativo también escogerán su candidato para disputar la presidencia. Por los liberales hay cuatro candidatos y el favorito es Horacio Serpa, un ex rival de Uribe en las pasadas elecciones. Luego aceptó la oferta de Uribe de ser embajador ante la OEA, para más tarde renunciar y volver a la oposición. El segundo candidato con serias posibilidades es el ex ministro Rafael Pardo, un ex uribista que muchos ven como el hombre capaz de renovar al partido. El izquierdista Polo Democrático, que por primera vez acude unido a las urnas, escogerá entre el senador Antonio Navarro, un ex guerrillero del M-19, y el catedrático y ex magistrado Carlos Gaviria. El primero representa la izquierda moderada, mientras que el segundo es proclive a los cambios radicales.
Las elecciones legislativas, sin duda, despejarán muchos interrogantes. ¿Cuántos partidos, por ejemplo, llegarán al Congreso? Hay 59, entre ellos, el Partido Visionario del filósofo y matemático Antanas Mockus, ex alcalde de Bogotá. Su lista al Senado la encabezan conocidos intelectuales. Las encuestas, sin embargo, le dan pocas posibilidades de llegar al Parlamento. Los comicios también medirán la influencia que tanto los paramilitares como los recientes ataques de la guerrilla de las FARC tienen en la voluntad democrática de los votantes, así como la Iglesia católica, que ha pedido que no se vote a los candidatos en favor del aborto y del matrimonio homosexual.
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