_
_
_
_
_

Anna Caballé rastrea la misoginia en la literatura española

Andrea Aguilar

Un recorrido literario desde el siglo XIII hasta octubre de 2005; la colección de citas que ha reunido y prologado Anna Caballé en Breve historia de la misoginia (Lumen) arranca con un extracto del Libro de los buenos proverbios y se cierra con citas de artículos de Francisco Umbral y Michi Panero, entre otros. Las 495 páginas del libro presentan un variado y numeroso catálogo de nombres ilustres de la literatura española como los de Alfonso X el Sabio, Pedro Calderón de la Barca, Juan Valera, Gustavo Adolfo Bécquer o Josep Pla.

Esta vez, su denominador común, tal y como anuncia el título del volumen, es la misoginia. Caballé justifica su inclusión a partir de sus propias palabras reproducidas en este heterodoxo índice. En él tienen cabida las descalificaciones que Quevedo dedica al sexo opuesto -"mujer que dura un mes, se vuelve plaga"-; las confesiones de Larra -"cuando yo necesito mujeres echo mano de mi salario y las encuentro fieles, por más de un cuarto de hora"-; o las reflexiones de Clarín -"la poetisa fea, cuando no llega a poeta, no suele ser más que una fea que se hace el amor en verso a sí misma".

Cómplices

"Nadie está libre de tener actitudes misóginas. Es un discurso tan empotrado en la vida cultural y social que ninguno estamos a salvo. No se trata de meter el dedo en el ojo a nadie, sino de hacer visibles los errores. Creo en la cultura y también en la crítica", aclara la autora. Caballé no ha querido excluir a las mujeres de su libro. "No es justo identificar la misoginia como una actitud masculina cuando muchas mujeres la han compartido". Carmen Baroja, María Teresa León, Concha Méndez o Elvira Lindo son algunas de las escritoras incluidas en el libro, además de Pilar Primo de Rivera o María del Pilar Sinués. El caso de Carmen Martín Gaite, asegura Anna Caballé, le resultó "especialmente doloroso". "Su Cuadernos de todo me impactó porque allí expresa un pensamiento hostil hacia las mujeres. Son escritos de los años sesenta en los que todavía no había un esfuerzo de conciliación con los avances del feminismo".

¿Es entonces la misoginia lo contrario del feminismo? La autora asegura que se trata de "dos conceptos antitéticos que en la práctica se contraponen, porque su esfera de actuación es contraria". Las escritoras que defienden su valía por encima del género merecen su respeto. "Un escritor se debe a su obra y entiendo que quieran desembarazarse de una obligada solidaridad, pero yo también soy libre para analizar cómo ellas ven a las mujeres", apunta.

Estructuradas de manera cronológica, las cinco partes en las que se divide su trabajo van acompañadas de introducciones que exponen las distintas formas que ha adoptado la misoginia a través de los siglos. "En épocas anteriores ha habido periodos muy misóginos. Hoy, el discurso contra la mujer no es como en la Edad Media o en el siglo XIX, pero perviven ciertas actitudes en la sociedad de forma más sumergida, irónica y encubierta", concluye.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Andrea Aguilar
Es periodista cultural. Licenciada en Historia y Políticas por la Universidad de Kent, fue becada por el Graduate School of Journalism de la Universidad de Columbia en Nueva York. Su trabajo, con un foco especial en el mundo literario, también ha aparecido en revistas como The Paris Review o The Reading Room Journal.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_