La comunidad de vecinos del inmueble se plantea denunciar a las instituciones
Lenguas gigantes de fuego que ascienden desde el piso inferior, la escalera irrespirable por el humo, el patio interior como el tiro de una chimenea y los bomberos que se presentan "como héroes" y sacan a los vecinos "en volandas" arropados con mantas y toallas y rociados con agua. Así recuerda Iñigo San Sebastián (Vitoria, 1969), presidente de la comunidad de vecinos del inmueble incendiado en la madrugada del sábado en la calle San Francisco de Bilbao y propietario del 5º derecha, esas horas de la madrugada en las que creyó que no lo contaría.
San Sebastián intentaba ayer acceder a su vivienda con el perito del seguro. Hace casi tres años que compró su piso y uno desde que preside la comunidad vecinal. Desde la noche del incendio vive acogido por unos amigos. "Desde que soy presidente, la comunidad ha denunciado cuatro veces las condiciones de estos locales, la última en noviembre pasado. No se trata de cerrarlos y echar a la gente, la mayoría muy buena gente, sino de que se hagan los controles necesarios, que se inspeccione", indica todavía nervioso por los ocurrido. Considera inaceptable que "en un edificio con 11 viviendas haya siete manos con pensiones".
"No se trata de cerrar las pensiones, sino de que se inspeccionen", reclama un propietario
De ellas, tres las ocupaba la Posada de los Abrazos: el 1º, el 3º y el 4º izquierdas. Estos dos últimos fueron los más afectados por el incendio. En una acera de la calle San Francisco, Henriette Yessibo, de Costa de Marfil, defiende la Posada, donde vivía desde hacía un año: "Que digan lo que quieran, pero son personas muy buenas, que saben escuchar y saben ayudar".
El presidente de los vecinos del inmueble no duda de la bondad de quienes impulsaron el albergue, "pero ellos no decidían quiénes eran sus inquilinos. Se los enviaban desde Diputación", comenta, y recuerda los gritos, las amenazas y las peleas constantes.
Sin embargo, la última denuncia de la comunidad de vecinos incidía en la conflictividad de otros pisos, en la mano derecha del inmueble. El escrito detalla que el 1º derecha ha sido "cerrado por policía en más de una ocasión" y que en él vive "un número indeterminado de personas" que cocinan "con hornillos de gas". También reside "un número indeterminado de personas" en el 2º derecha, que ya sufrió un incendio hace tiempo y fue clausurado. Los vecinos aseguran que "debería haber sido visitado por la Inspección de Sanidad, por la pestilencia que emana". San Sebastián afirma que debido a las condiciones de insalubridad, en la escalera proliferan insectos y ratones. En el 4º derecha se acumulan, reza la denuncia, "bolsas de basura, cartones, maderas..." Además, los drogodependientes "suben y bajan con regularidad a este piso".
"La culpa es de quien está permitiendo eso", asegura San Sebastián, en alusión a las instituciones. La petición de los vecinos está bien clara: "Que esto no vuelva a pasar, que de verdad se empiece a aplicar la regulación". Y critica al Ayuntamiento de Bilbao por "echar balones fuera" en este asunto.
Por lo pronto, la comunidad de vecinos se plantea denunciar a las instituciones en los juzgados. "Además, el Ararteko nos ha dicho que nos ayudará. Es posible que existan responsabilidades criminales", explica.
Por su parte, la Asociación de Vecinos Independiente de San Francisco calificó el incendio de "hecho anunciado" ya que, afirman, las instituciones tienen constancia de decenas de pisos en la zona que "están funcionando como pensiones ilegales, en condiciones infrahumanas y sin ningún tipo de control". Los miembros de esta asociación acusaron al Ayuntamiento de Bilbao de permitir y propulsar en el barrio "un proceso de guetización".
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