"En los próximos 10 años habrá una jubilación casi masiva en primaria"

Antonio Moreno, doctor en Físicas, ha pasado por todas las etapas de la docencia educativa (maestro rural, profesor de bachillerato y profesor de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid) antes de llegar en 2004 a ocupar la dirección del Instituto Superior de Formación del Profesorado. Para Moreno, éste es un momento crucial para "dar un repaso" a la preparación de los docentes. Este instituto del Ministerio de Educación está ultimando la propuesta de renovación de la formación de los docentes junto a la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) y la Dirección General de Universidades.

Pregunta. ¿Qué implica que la carrera de Magisterio se amplíe de tres a cuatro años?

Respuesta. Con un Grado de maestro de 240 créditos se consigue dignificar y potenciar la formación del profesorado, colocándola en una posición de igualdad con cualquier otro Grado universitario. Es muy importante en el ámbito académico, y también por la repercusión en la sociedad. Es un nuevo paso importante desde que se crearon las facultades de educación en los años noventa.

P. Para ser profesor de secundaria se va a exigir un máster.

R. Un máster universitario tiene rango académico mayor. Es probable que, afortunadamente, se apunten al máster sólo los licenciados que quieren ser de verdad profesores, y no que lo hagan sólo por si acaso alguna vez lo son. [Para presentarse a unas oposiciones habrá que pasar el máster, de mayor duración que los cursos de aptitud pedagógica actuales].

P. ¿Cree que se ha deteriorado la imagen de los profesores en los últimos años?

R. En los años setenta y ochenta, en los que yo todavía era maestro, la credibilidad de la escuela pública era grande. Desde finales de los ochenta, empezó a decaer esa credibilidad y debemos recuperarla.

P. ¿Cómo se recupera?

R. Para empezar, con una buena formación del profesorado, aunque no le echo la culpa a los profesores del desprestigio. Lo que tiene que haber es una acogida social, una creencia de que ese maestro está preparado para salir adelante en situaciones de todo tipo. El maestro tiene que ser una voz autorizada dentro del entorno. Por supuesto, para que eso sea posible, el centro también tiene que disponer de recursos y de medios necesarios para ejercer esa actividad y esos vínculos con su entorno.

P. ¿Con qué financiación cuenta este proyecto?

R. La financiación de la LOE

[la reforma educativa en proceso de tramitación] ronda los 7.000 millones de euros, pero la reforma de la ley universitaria [de la que depende la formación inicial del profesorado] aún no se ha producido; de momento no hay cifra. Pero con los medios que existen ahora, los que las universidades utilizan, mucho de lo que estamos proponiendo se puede hacer. No es un problema estrictamente de medios y de dinero, sino de revisión de la dedicación, de utilización de los medios y de organización de las enseñanzas. Sin que eso signifique que donde haya que reforzar económicamente, se hará.

P. ¿Cuál debe ser la relación de la escuela con ese entorno?

R. El centro tiene que ser una institución dinámica. Es importante comprender que el territorio educativo es mucho más amplio que el territorio escolar. Esto genera también responsabilidades educativas en quienes no son maestros. Tiene que haber una comunicación muy fluida entre los docentes y lo externo a la escuela, para que cada vez sea menos externo.

P. Un alto porcentaje de los maestros en activo tiene más de 50 años, ¿qué implica esto?

R. Sí, es alrededor del 30%. Quiere decir que se va a producir una jubilación casi masiva en un periodo de 10 años, en primaria, básicamente. Habrá una necesidad de renovación de plantilla obvia. Los alumnos que empiecen Magisterio en 2007-2008, saldrán graduados en 2011. Eso quiere decir que los primeros graduados con el nuevo sistema van a tener unas expectativas de trabajo grandes. Meter el 30% o 35% de una plantilla de maestros ya con una formación completamente nueva puede cambiar mucho las cosas. Es un momento crucial.

P. En un contexto de reformas educativas sucesivas, ¿qué continuidad puede tener ésta?

R. Creo que no hay un argumento pedagógico sólido para querer cambiar la LOE. En cuanto a la formación del profesorado, creo que los cambios se producen con menos frecuencia, son más duraderos.

P. ¿Sería bueno evaluar la labor de los profesores?

R. Lo que hay que evaluar es al centro, que él mismo autoevalúe su propio proyecto. Éste tiene que estar en permanente reflexión crítica por parte del profesorado. Si el centro realmente tiene autonomía y una cierta sensibilidad para moverse, y si el proyecto se hace con ganas de que salga adelante, será el que deberá retocar la actuación de los profesores. Lo que pasa es que ahí hace falta un poco de sinceridad, que es difícil tener porque en seguida se cae en el corporativismo. La receta es sinceridad profesional para que no tenga que venir nadie de fuera a evaluarte.