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Tres jóvenes antisistema queman una veintena de contenedores en siete puntos de Barcelona

El Ayuntamiento evalúa los daños causados en el mobiliario urbano en 36.000 euros

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Tres jóvenes fueron detenidos ayer en Barcelona acusados de quemar una veintena de contenedores de basuras, en su mayoría destinados a la recogida de papeles. La policía sospecha que pueda encontrarse ante una operación minuciosamente planificada y orquestada por grupos radicales del movimiento antisistema. El Ayuntamiento aseguró ayer que los daños causados por los incendios se elevan a más de 36.000 euros y anunció su intención de presentarse como querellante en el procedimiento judicial que se instruye contra los acusados.

Javier Tadeo O. V,. de 24 años; Pau R. E., de 20, ambos de nacionalidad española, y Weidemann N. S., de 25, con pasaporte alemán, fueron detenidos por la Guardia Urbana en la madrugada de ayer, acusados de haber quemado al menos 25 contenedores de basuras en siete distritos de la ciudad. La Policía Municipal acusa también a los jóvenes de haber lanzado un artilugio inflamable contra la puerta de una academia de enseñanza en la calle de Bailén. Los ataques incendiarios se llevaron a cabo en poco menos de tres horas, entre las 24.00 y las 3.15.

La operación policial se inició pasadas las doce de la noche, cuando varios vecinos de la calle de Provença, a la altura del número 590, alertaron a la Guardia Urbana de que en la calle ardía un contenedor. Algunos vecinos aseguraron que la acción había sido perpetrada por dos muchachos, que habían arrojado algo en el interior del recipiente de plástico y después huyeron.

A lo largo de la madrugada se sucedieron otras denuncias similares, que obligaron al cuerpo de bomberos a realizar no menos de 17 salidas, a los barrios de Sant Martí, Ciutat Vella, Nou Barris, Eixample, Horta-Guinardó, Sarrià-Sant Gervasi y Gràcia.

La alarma movilizó también a las patrullas de la Policía Municipal, que después de un recorrido por las zonas afectadas, logró localizar a los dos supuestos incendiarios de nacionalidad española. La policía encontró en poder de los detenidos varios mecheros, así como pastillas de carbón para encender el fuego de barbacoas. Dos horas más tarde las patrullas localizaron en el barrio de Horta a un tercer joven, éste de nacionalidad alemana, en cuyo poder se hallaron también varios mecheros y pastillas para encender fuego. Al parecer, este último acusado había incendiado, en el barrio de Horta, seis contenedores en cuatro calles diferentes.

La Guardia Urbana entregó los acusados a los Mossos d'Esquadra, que mantenían ayer un silencio hermético sobre el caso. En medios policiales se asegura que los muchachos podrían pertenecer a una organización radical antisistema, que habría planificado y preparado la operación. La policía no descarta la posibilidad de que pudieran efectuarse otras detenciones en las próximas horas.

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El alcalde de Barcelona, Joan Clos, denunció ayer públicamente estos actos, al tiempo que un portavoz municipal aseguró que los daños causados por los incendios se elevan en principio a 36.400 euros. El Ayuntamiento ha decidido personarse en la causa, que a partir de hoy empezará a instruir un juzgado de Barcelona. El presidente del grupo municipal de Convergència i Unió, Xavier Trias, ha calificado los hechos de "graves" y ha pedido que "los autores no queden impunes".

27.000 recipientes

Barcelona tiene un parque de 27.000 contenedores de basuras, según aseguraba ayer un portavoz del Ayuntamiento. El mantenimiento y el arreglo de los recipientes destinados a la recogidas de basuras supuso el año pasado para las arcas municipales un gasto extraordinario de más de 400.000 euros. Los balances oficiales no señalan, sin embargo, el número de contenedores destruidos por actos vandálicos.

La reciente ordenanza cívica aprobada por el Ayuntamiento de Barcelona, que entró en vigor el pasado 2 de febrero, prevé duras sanciones para quienes destruyan el mobiliario urbano. El capítulo 11 de esta ordenanza establece la imposición de multas de entre 1.500 y 3.000 euros a las personas acusadas de haber deteriorado el mobiliario urbano. La ordenanza califica estas acciones de "muy graves" y no descarta la posibilidad de ejercer, además, acciones penales contra los responsables de este tipo de atentados.

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