El líder del Polisario rechaza el proyecto marroquí de autonomía para el Sáhara

El líder del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, rechazó ayer cualquier plan de autonomía bajo soberanía marroquí, y recordó que el principio de autodeterminación del pueblo saharaui es "sagrado e incuestionable". En su discurso con motivo del 30º aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática, celebrado por primera vez en Tifariti, en la franja del Sáhara Occidental controlada por el Polisario, exigió al Gobierno español que asuma sus compromisos "históricos, legales y morales". La ex potencia colonial es "la responsable legal y política del sufrimiento del pueblo saharaui".

"El reino de Marruecos no sólo ha rechazado (...) el principio de autodeterminación del pueblo saharaui, sino que está actualmente especulando, con una nueva maniobra, a la que ha llamado autonomía", dijo, en referencia al plan que Rabat ha prometido que presentará a la ONU en abril como alternativa al Plan Baker, y que teóricamente se encuentra en fase de consultas con las formaciones políticas. "Marruecos jamás podrá decidir en sustitución de los saharauis, y la parte saharaui rechaza de manera categórica la idea de la autonomía", remachó.

Abdelaziz calificó el plan autonómico marroquí, que anunció el rey Mohamed VI en noviembre, como "un intento de implementación de una solución de corte colonial, que relegaría los principios y la propia carta de las ONU, y de decenas de resoluciones del Consejo de Seguridad". Este plan, que difícilmente concedería a la antigua colonia española una autonomía amplia, pues en Marruecos están prohibidos los partidos regionales, "arrojaría a la zona en una espiral de tensión e inestabilidad", según Abdelaziz.

En su discurso ante varios centenares de representantes de delegaciones extranjeras, entre ellos una representación parlamentaria española, Abdelaziz recordó la "vergonzosa retirada de la Administración española" del Sáhara, en los estertores del régimen franquista, en noviembre de 1975, "entregando injustamente el territorio y sus habitantes a quien no le asiste el derecho, a través de los abominables Acuerdos Tripartitos de Madrid", firmados con Rabat y Nuachot.

"España sigue siendo la responsable legal y política del sufrimiento del pueblo saharaui y lo seguirá siendo, hasta que consiga ejercer su derecho a la autodeterminación", afirmó. Abdelaziz concluyó el discurso con su agradecimiento al apoyo y solidaridad del pueblo español con la causa saharaui, "que exige constantemente, junto a nosotros, la obligación de la asunción por parte del Estado español de sus compromisos históricos, legales y morales por la descolonización".

La elección de Tifariti -un antiguo enclave militar español, a unos 70 kilómetros del muro levantado por Marruecos desde 1980-, está cargada de simbolismo, pues los saharauis la consideran "territorio liberado", y ha levantado ampollas en Rabat.

La celebración del 30 aniversario de la proclamación de la RASD supone un verdadero esfuerzo logístico para trasladar, alimentar y alojar a centenares de extranjeros, entre delegaciones oficiales y periodistas, hasta Tifariti, a 400 kilómetros de los campamentos de refugiados de Tinduf.

"Si hace menos de un año, desde este lugar

[durante el 32 aniversario del inicio de la lucha armada del Polisario], alertamos sobre la imposibilidad de que el pueblo saharaui se mantenga definitivamente con los brazos cruzados ante la permanente intransigencia marroquí que no encuentra una decidida sanción por parte de la comunidad internacional, hoy alertamos, desde el mismo sitio, de que la situación cobra cada vez mayor complejidad y peligrosidad", dijo el líder saharaui.

Mensaje claro

Según Abdelaziz, "con la conmemoración del 30 aniversario en la localidad de Tifariti, el pueblo saharaui está transmitiendo otro mensaje clarísimo a la comunidad internacional, que no habrá solución posible sin un respeto a la voluntad de los saharauis en su ejercicio de la autodeterminación a través de un referéndum libre, justo y transparente". El presidente de la RASD, reconocida por más de ochenta países, principalmente africanos, acusó a Rabat de ser "el causante de la actual paralización del proceso" para solucionar el contencioso, por su rechazo al Plan Baker, aprobado por el Consejo de Seguridad, que contemplaba un plazo transitorio de autonomía de cinco años y la celebración posterior del referéndum.

El dirigente pronunció también unas palabras en recuerdo de los "más de 500 civiles desaparecidos y los 151 prisioneros de guerra saharauis". El Frente Polisario liberó a todos los prisioneros marroquíes en agosto del año pasado. Abdelaziz también denunció la represión ejercida por Marruecos en los últimos 30 años contra la población saharaui atrapada en el Sáhara ocupado, y contra las manifestaciones pacíficas celebradas en los últimos meses en El Aaiún.