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España propone bajar el coste de los envíos de dinero a países pobres

París celebra una cumbre internacional sobre financiación y desarrollo

París abre mañana una conferencia internacional en la que más de 80 países debatirán fórmulas de financiación estables para aliviar el ahogo económico de los países pobres. España, siguiendo la experiencia de sus inmigrantes décadas atrás, propone que se reduzcan un 10% los costes de las transferencias para que los trabajadores extranjeros puedan enviar dinero a sus familias y aumentar así la riqueza de sus países de origen.

El compromiso adquirido en la cumbre de las Naciones Unidas de Nueva York celebrada el pasado septiembre se retoma en París mañana para debatir sobre financiación y desarrollo de los países pobres. Más de 80 países y decenas de organizaciones no gubernamentales tratarán de

encontrar mecanismos financieros estables, que no dependan de las decisiones políticas ni de los presupuestos de cada gobierno nacional.

Las recetas son variadas. España, como parte del compromiso adquirido por el Grupo de los Seis -junto a Brasil, Chile, Argelia, Alemania y Francia- en la Iniciativa de Lucha contra el Hambre y la Pobreza, propone el aprovechamiento del trabajo y las ganancias de los inmigrantes en el extranjero para impulsar políticas de desarrollo en sus países de origen. Francia, una tasa en todos los billetes de avión para viajeros que despeguen de sus aeropuertos, cuya recaudación sirva para comprar medicamentos. Las organizaciones no gubernamentales, como Attac, que promueve la "justicia económica global", piden una fiscalidad internacional como fuente continua de financiación para proyectos de desarrollo a largo plazo.

- Lo que ganan los inmigrantes. Esta idea "consiste en aprovechar la experiencia de España, cuya estructura macroeconómica se vio impulsada de forma esencial durante los años sesenta y setenta gracias a las transferencias de la emigración", explica Milagros Hernando, directora general de Planificación y Evaluación de Políticas para el Desarrollo, dependiente de la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional. Según datos del Banco Mundial citados por Hernando, en 2004 los inmigrantes enviaron desde España 3.436 millones de euros por vía bancaria (la cifra total puede llegar a 8.719 millones). "Es el 1% del producto interior bruto español", destaca la directora, que admite que estos capitales son un "flujo privado". Según los datos del Banco Mundial, un incremento de un 10% en el PIB de un país gracias al dinero que envían los emigrantes reduce en un 1,6% el número de pobres.

El primer paso de la propuesta española es reducir los costes de transferencia, que rondan el 10%: "Que llegue lo mismo que sale". El segundo: activar la cultura bancaria en aquellos países, con la participación de los bancos y cajas de ahorros españolas y de asesores de organismos de cooperación. "Se trata de que los receptores tengan capacidad crediticia en sus países gracias a la llegada de remesas de forma reiterada", dice Hernando. "Eso sí, luego se lo podrán gastar como quieran". Tercer paso: desarrollar dos proyectos piloto en Marruecos y en Ecuador, en poblaciones de no más de 300.000 habitantes, "lugares que conocen las entidades de cooperación". Allí se está poniendo en marcha la parte práctica del proyecto: "La asesoría incluye que los receptores puedan montar pequeñas empresas que impulsen el desarrollo de sus países desde dentro".

- Tasa sobre el billete de avión. El pasado diciembre quedó aprobado en Francia el gravamen sobre todos los billetes de aviones que despeguen de aeropuertos franceses. Lo cobrarán las compañías aéreas al vender los billetes, y estas mismas compañías lo pagarán a la autoridades de tráfico aéreo. A este sistema ya se han adherido Chile y Brasil. Los precios: un euro para los viajes nacionales y en territorio Schengen; 10 si el pasajero viaja en clase bussiness. Para los viajes internacionales, 4 euros (40 en clase bussines). "Es un mecanismo progresivo, pagan más los que más pueden pagar", dijo Sébastien Hua, consejero técnico de la dirección de Asuntos Económicos y Financieros del Ministerio de Asuntos Exteriores francés. La previsión: 200 millones de euros anuales para la compra de medicamentos contra el sida, la tuberculosis y otras pandemias de países en desarrollo. Se trata de reducir los precios de esos medicamentos al asegurar a las industrias farmacéuticas que se adquirirán por un largo periodo de tiempo. El sistema comienza a partir del 1 de julio de 2006. "Se pagará en todos los billetes salvo en los de pasajeros en tránsito", es decir, los que hagan escala en Francia.

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