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Las cajas han invertido en su obra social 654,1 millones desde 2000

El porcentaje de beneficios destinados oscila entre el 23,7% y el 30%

Pedro Gorospe

La inversión de las tres cajas de ahorro vascas en su obra social durante el sexenio 2000-2005 ha ascendido a 654,1 millones de euros, una cantidad que supera casi vez y media el presupuesto de la ciudad de Bilbao para este año y se acerca al de la Diputación de Guipúzcoa. La cifra podría haber rebasado los mil millones de euros de haber apurado las tres entidades el porcentaje de sus beneficios que la legislación les permite destinar a ese fin, el 50%. Para la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), la obra social opera como una empresa cuyas inversiones generan, a su vez riqueza, en el entorno en el que operan.

De las tres entidades, la BBK vizcaína tiene aprobado invertir en obra social el 30% de sus beneficios, porcentaje que la Vital alavesa reduce al 26%. La Kutxa guipuzcoana ha ido aumentado este capítulo con el paso de los años desde el 20% del año 2000 hasta el actual 23,7%. En 2003, la Kutxa fue la entidad que menos gastó porcentualmente en este concepto de todas las cajas de España, un 21%, sólo por delante de Unicaja de Málaga, con un 19%.

A estos porcentajes habría que sumar el rendimiento de la propia obra social, pues las cajas no sólo destinan a ese concepto un tanto de sus beneficios netos anuales, sino que reinvierten los ingresos que genera la propia obra. Esa vía incrementa en un 25% la cifra total de inversión.

La CECA está estudiando con 37 cajas el impacto económico que genera cada euro destinado a obra social. Según sus primeros cálculos, referidos a 2004, los 1.060 millones invertidos por el conjunto de entidades ese año generaron 28.000 empleos: 3.000 en las propias cajas y el resto, en empresas públicas y privadas.

La CECA considera la obra social prácticamente como una empresa que rentabiliza cada que gasta en el tejido social. Ese mismo estudio concluyó que cada euro destinado a esa materia se convirtió en 1,8 euros de facturación por su efecto inducido en otros sectores productivos.

Quizá por todo ello, el Gobierno vasco incluyó en su proyecto de ley de Cajas un apartado que regulaba la intervención del Ejecutivo en la obra social. Las cajas recurrieron al Tribunal Superior ese precepto, junto al que regulaba la necesidad de enviar al Gobierno la propuesta de reparto de beneficios y la liquidación del presupuesto del ejercicio precedente. El Superior los anuló por "vulnerar la autónoma" de las entidades.

A lo largo de estos años, las tres cajas han ido creando un entramado provincial de servicios. La BBK destinó el pasado año 19,8 millones para el mantenimiento de todos sus planes en servicios socioasistenciales, con algunas novedades como la Residencia de Estancias Temporales y un Centro de Envejecimiento.

Programas solidarios

Además, mantiene el programa Gazte Lanbidean para fomentar el empleo entre los jóvenes. En 2005, insertó laboralmente a 1.863 personas. En conjunto, el programa ha llegado a unos 12.000 ciudadanos. Junto a la BBK Solidaria y el Fondo de Solidaridad, la caja vizcaína destina parte de sus fondos a planes contra la exclusión social, centros de promoción de la mujer y promoción del deporte base.

El proyecto estrella de La Vital el año pasado fue la puesta en marcha de los microcréditos dentro de su programa de Banca Solidaria. En apenas siete meses, se concedieron 163 créditos por un total de 600.000 euros. En 2004, puso en marcha Vitalquiler para sacar al mercado mil pisos de alquiler para jóvenes a precios subvencionados. La inversión en este programa ascenderá a 100 millones de euros hasta el año 2009.

En 2003, la principal apuesta fue un programa de sensibilización escolar para formar contra el problema de los trastornos de conducta alimentaria, mientras que en 2002 buena parte de los fondos se destinaron a la mejora de la calidad de vida de las personas mayores, con la puesta en marcha de la Fundación Mejora.

La Kutxa anunció el pasado martes que su obra social contará este año con un presupuesto de 66 millones de euros, un 6,4% más que en 2005. Los programas de sanidad, con la construcción de la nueva sede del Oncológico de San Sebastián, y de asistencia social absorberán más de la mitad de los fondos.

El proyecto Etxegi XXI, puesto en marcha en 2005 para gestionar la edificación en terrenos municipales de mil viviendas protegidas de alquiler para jóvenes, recibirá 1,7 millones de euros.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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