Naciones Unidas apremia a la vuelta al diálogo entre civilizaciones

La reunión convocada ayer en Doha (Qatar) por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, para consensuar una posición entre organizaciones europeas e islámicas sobre la crisis de las caricaturas de Mahoma concluyó con un llamamiento urgente a que se vuelva al diálogo entre las civilizaciones a través de principios concretos como el derecho a la libertad de expresión y la obligación de su uso responsable. La UE faltó a esta cita con Annan, España, Turquía, la Organización de la Conferencia Islámica y la Liga Árabe.

La ausencia de la UE, que iba a estar representada por la ministra austriaca de Exteriores, Ursula Plassnick, en nombre de la presidencia de turno, y por el Alto Representante, Javier Solana, fue explicada por razones de agenda y personales. Fuentes comunitarias y de la ONU informaron, no obstante, que la decisión de no acudir fue adoptada por los dos enviados en la noche del viernes, a la vista de las diferencias que el texto del comunicado que se venía negociando en Nueva York provocaron durante toda la semana entre los 25.

Algunos políticos holandeses, en campaña electoral y dispuestos a destacar como liberales, fueron los más activos, junto a algunos países del Este, en el rechazo de un proyecto de declaración que, en cualquier caso, va más lejos que el firmado el pasado 13 de febrero por el propio Solana con el propio Annan y con el secretario general de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), Ekmeledin Ihsanoglu.

El texto aprobado anoche en la capital de Qatar "lamenta profundamente la ofensa causada por las caricaturas, así como las pérdidas de vidas y daños a la propiedad en varios países". Reafirma "el derecho universal a la libertad de expresión" y llama "a todos a ejercitarlo responsablemente". Reafirma también "el derecho a la protesta pacífica" y "aplaude a la gran mayoría de manifestantes

de todo el mundo que optaron por expresar su indignación de modo ordenado y pacífico".

Derechos humanos

"Apoyamos los derechos humanos universales y la aplicación estricta de las leyes relevantes. Ningún medio de comunicación, publicación ni centro de trabajo deben ser usados para incitar o extender el odio", añade el comunicado suscrito por Annan, Ihsanoglu, por los ministros de Exteriores de España y Turquía, y por el secretario general de la Liga Árabe, Amer Mussa.

La declaración precisa que estos mismos países y organizaciones se constituyen en "grupo de seguimiento para formular una estrategia conjunta y acordar medidas que contribuyan a superar la actual crisis y evitar que vuelva a producirse". España y Turquía estarán en el grupo a título de promotores de la Alianza de Civilizaciones, en cuyo marco se situó el encuentro de ayer.

En la rueda de prensa posterior, Annan restó importancia a la ausencia europea e informó de que había hablado por teléfono con Plassnick y Solana. Moratinos afirmó que tiene el encargo de la presidencia europea de informar en el Consejo de Asuntos Generales de mañana, sobre la reunión de Doha y se mostró convencido de que el comunicado aprobado, con reformas de última hora, será asumido por la UE sin dificultades. Fuentes europeas y españolas añadieron que el Consejo formulará una declaración de apoyo a la Alianza de Civilizaciones.

Mussa quiso destacar dos aspectos que considera importantes de la declaración: que el grupo se compromete a seguir trabajando para evitar el choque de civilizaciones y que todos los reunidos apoyan los derechos humanos "y la aplicación de los acuerdos y leyes que las promueven, sin insultar a otras religiones".