El Estatuto encalla por la negativa del PSOE a ceder ocho competencias

Los partidos catalanes dieron ayer "un toque de atención" al PSOE para que vuelva a la negociación de materias del Estatuto sobre las que no hay acuerdo pese a que ya había conversaciones bastante avanzadas. El PSOE respondió que "todos tienen que moverse" y que el límite está en la Constitución. La ponencia que estudia la reforma del Estatuto ha encallado en ocho artículos. No obstante, el PSOE ha evitado la votación sobre esos puntos para que la negociación, que se reanudará el miércoles, pueda seguir adelante. La ponencia ha aprobado ya 56 de los 64 artículos del título sobre competencias de la Generalitat.

A pesar del desacuerdo en ocho materias entre los socialistas y los grupos catalanes que apoyan la reforma del Estatuto, la aprobación del resto del largo título sobre las nuevas competencias de la Generalitat llevó al PP a expresar esta sentencia: "Por culpa de nacionalistas y socialistas, se han desmontado aspectos del andamiaje del Estado en Cataluña". Esta frase de Federico Trillo fue seguida de otras consideraciones del mismo tenor de su compañera Soraya Sáenz de Santamaría. El presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, incidió esencialmente en las nuevas competencias de la Generalitat en materia económica, de las que dijo que desprenden un aire "soviético", por intervencionista.

Pero el resto de los grupos que ayer trabajaron en la ponencia, aunque destacaron la importancia de las competencias aprobadas, pusieron el énfasis en los desacuerdos surgidos. El PSOE, para evitar la derrota, propuso posponer la votación hasta la próxima semana, aunque es muy probable que si las negociaciones entre bambalinas no dan resultado estos temas sigan arrastrándose durante las posteriores fases de la tramitación.

Los puntos de desacuerdo son los siguientes:

- Educación. Artículo 131. Se disputa la exclusividad de la regulación del primer ciclo de Educación Infantil (0-3 años).

- Selecciones deportivas. Artículo 134. La participación internacional de las selecciones deportivas catalanas.

- Puertos y aeropuertos. Artículo 140. Se discute el traspaso de la gestión a la Generalitat del aeropuerto de Barcelona.

- Juegos. Artículo 141. Se discute la competencia exclusiva de la Generalitat para la regulación y creación de nuevos juegos.

- Notariado y registros públicos. Artículo 147. Se disputa el ejercicio de inspección de las notarías, de los registros, del registro de últimas voluntades y de los colegios profesionales respectivos, así como el ejercicio de la potestad disciplinaria.

- Símbolos de Cataluña. Artículo 167. El PSOE rechaza que se califique como "nacionales" a los símbolos de Cataluña.

- Trabajo. Artículo 170. El PSOE rechaza incluir en la transferencia ejecutiva de Trabajo a la Generalitat el reconocimiento y el pago del paro.

- Paradores. Artículo 171. Los socialistas rechazan el traspaso de la gestión de los establecimientos de la red de Paradores Nacionales de Turismo en Cataluña.

Estas desavenencias con los socialistas fueron interpretadas de manera muy diferente por sus actores. Por parte de CiU, comparecieron Artur Mas y Josep Antoni Duran, que trataron de restarles dramatismo. Subrayaron que "la voluntad" es de acuerdo, pero hasta el final, cuando se vea "el conjunto", no se tomará una decisión sobre el voto.

En cambio, ERC, a través de Joan Ridao y Joan Puigcercós, instaron a "volver a la unidad y a poner el contador a cero", para lo que se requiere "olvidar la maldita foto". Se referían al acuerdo del 21 de enero entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y Artur Mas. Por su parte, Jaume Bosch y Joan Herrera, de ICV, señalaron al PSOE que "este toque de atención" significa que los partidos catalanes "no van a ceder en cuestiones esenciales". El PSOE y el PSC, representados por Diego López Garrido, Ramón Jáuregui y Manuela de Madre, intentar obviar estos desacuerdos para incidir en "el gran salto del Estado autonómico". Los socialistas incidieron en que su límite en la negociación está en la Constitución. Eso sí, en algunos puntos, como en la gestión de aeropuertos y del juego, por ejemplo, reconocieron que se trataba de ver "cómo y quién gestiona mejor".