Rajoy responsabiliza al Ejecutivo de la contraoferta por "actuar de aprendiz de brujo apoyando a una parte"

El Partido Popular, a través de su presidente, Mariano Rajoy, y su portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, responsabilizó ayer al Gobierno y a su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, de la contraopa lanzada por la alemana E.ON sobre Endesa.

En el Senado, Rajoy aseguró que esta oferta es resultado de que "el Gobierno haya politizado una operación empresarial decantándose claramente por una de las partes". Según él, el Ejecutivo "ha presionado a los organismos reguladores, ha actuado de aprendiz de brujo, ha abierto la caja de Pandora y se ha metido en jardines que no conoce".

El resultado de "haber promovido", en opinión de Rajoy, una OPA hostil sobre una empresa eléctrica española es que "llega una empresa alemana que presenta una contraoferta por valor de 27,5 euros la acción en dinero, en lugar de ofrecer sólo 21 euros en papeles, y que, por tanto, se puede hacer con Endesa".

Rajoy fue preguntado sobre si prefiere que Endesa tenga un dueño alemán o español. Contestó que al PP le "gusta que las grandes empresas españolas sean gestionadas por españoles y tengan dueños españoles. Pero nadie se puede oponer a que los accionistas de dos empresas privadas tomen las decisiones que quieran". Añadió que él aplaude cuando grandes empresas españolas compran otras en países extranjeros, y puso como ejemplos las recientes operaciones protagonizadas por Telefónica, el Banco Santander, Abertis y Ferrovial. Subrayó que al PP no le gustaría que se impidieran esas operaciones por provenir de empresas españolas.

Para Rajoy, lo "importante y lo que debería preocupar a los políticos es que baje el recibo del gas y el de la luz, como ocurría con los Gobiernos del PP, y no como ahora, que están subiendo, y que haya más competencia".

Zaplana añadió en el Congreso que la contraopa demuestra que "la oferta de Gas Natural era muy mejorable". El portavoz del PP acusó a Zapatero de "haber peleado por la OPA como si fuera una operación del Gobierno" y se burló, sin nombrarle, del ministro de Industria, José Montilla, al asegurar que "ha desatendido los intereses de los consumidores y ha actuado como si esto fuera el Ayuntamiento de Cornellà". Montilla fue alcalde de esa localidad barcelonesa.