Medio Ambiente plantea que la segunda desaladora de la Costa del Sol funcione en el verano de 2008

La segunda planta desaladora para la Costa del Sol occidental podría estar a pleno rendimiento a finales de 2008 y se ubicará definitivamente en Mijas. El Ministerio de Medio Ambiente adelantó ayer que parte de las líneas de tratamiento para consumir agua marina podrían estar en funcionamiento unos meses antes, en el verano de 2008. "Intentaremos acortar los plazos, pero será difícil", resumió ayer Adrián Baltanás, director general de la Sociedad de Aguas de las Cuencas Mediterráneas, Acuamed.

La nueva planta busca paliar la actual dependencia de la Costa del Sol de unos embalses y acuíferos diezmados. El estudio previo del emplazamiento prevé que, las obras de captación y vertido estarán en Fuengirola. Baltanás se reunió con la alcaldesa de este municipio, Esperanza Oña (PP), a quien explicó que el Ministerio prevé comenzar las obras en 2007. La planta producirá unos 20 hectómetros cúbicos de agua potable al año, la misma cantidad que la desaladora actual de Marbella. El proyecto cuenta con entre ocho y diez líneas de tratamiento y un presupuesto de 50 millones de euros.

Baltanás se reunió en Marbella con la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental para explicar las condiciones de la desaladora, pero también para aclarar la reutilización del agua en depuradoras de La Cala en Mijas, Manilva, Estepona y La Víbora en Marbella. Estas obras aportarán otros diez hectómetros cúbicos para regar campos de golf, que se suman a los 60 actuales.

La Mancomunidad también esperaba ayer un acuerdo definitivo del convenio firmado para adquirir la planta desalinizadora de Marbella. "Para recibir el abono por parte del Estado y así iniciar con ilusión la segunda planta", comentó el presidente de la Mancomunidad, Juan Sánchez. Al encuentro con el director general de Acuamed también acudió el consejero delegado de Acosol, Juan Cañete, para quien la zona está "mejor preparada" ahora que hace diez años para la sequía, pese a que el agua embalsada supone dos hectómetros cúbicos menos que hace doce meses.

Por otro lado, la Cuenca Mediterránea Andaluza recibió los dos últimos planes de sequía de los ayuntamientos de Marbella y Alhaurín de la Torre, de los 18 municipios afectados por el decreto de sequía de la Junta. Los planes suponen una "herramienta fundamental" para gestionar los cada vez menores recursos hídricos, en una provincia en la que aún no se han registrado grandes lluvias este invierno. La Cuenca estudiará todos los planes de emergencia, y emitirá un informe en un plazo de 30 días para su posterior aprobación por los ayuntamientos, según explicó ayer su director, Antonio Rodríguez Leal.

Las inversiones que la Junta ha realizado han reducido la dependencia de la Costa del Sol del agua embalsada de un 100% a un 30% en estos 18 municipios afectados por el decreto.