El PSOE evita apoyar el 'manifiesto de las mujeres' y pide a Batasuna que condene a ETA

El PSE sólo se relacionará con Batasuna si rechaza la violencia y acepta los métodos democráticos para hacer política. Éstas son "las premisas" que ayer estableció la dirección de los socialistas vascos, en sintonía con la del PSOE, ante la iniciativa de algunas parlamentarias de Euskadi -de todos los partidos menos del PP- de promover un texto por la paz. La ejecutiva del PSE precisa que, si alguna de sus parlamentarias se une a ese movimiento, será a título personal, toda vez que Batasuna es ilegal. Los socialistas no aceptan el apartado del documento en el que se asume que podría cambiar el marco jurídico. Aún así, algunas parlamentarias vascas insistían ayer en su intención de añadir su firma al manifiesto.

El borrador del texto que circula entre parlamentarias vascas, en el que se pretende promover la paz, indujo ayer a la dirección del PSE y del PSOE a precisar que no lo apoya toda vez que detrás del mismo hay ex diputadas de Batasuna, fuerza política ilegal. Además, el contenido en algunos de sus aspectos es totalmente inasumible para los socialistas. Las direcciones socialistas del País Vasco y federal señalan que el único texto que apoyan es el promovido por la ejecutiva del PSE, que dirige Patxi López, y que será debatido en un comité nacional el 4 de marzo. Este documento, denominado Euskadi 2006, hacia la libertad y la convivencia, señala que cualquier proceso de paz "no es otro que el anuncio por parte de ETA de su renuncia a la violencia".

En esta línea, el portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló que "ninguna dirigente" del PSE firmará el documento promovido por las mujeres parlamentarias vascas en este momento, toda vez que Batasuna es una fuerza política ilegal y todavía no se cumplen las condiciones para empezar un proceso de paz.

"Cualquier posibilidad de que el PSE, como partido, normalice sus relaciones políticas con Batasuna será consecuencia del cumplimiento de tres premisas básicas: el cese de la actividad terrorista, el rechazo a la violencia y la aceptación de los métodos democráticos, y la conversión de Batasuna en una fuerza política legal".

Rubalcaba unió su voz a la decisión de la dirección del PSE, que no avalará el texto de las mujeres parlamentarias. Eso no significa que las parlamentarias socialistas comprometidas con el proceso de paz no sigan trabajando, a título personal, con mujeres de otros partidos, incluidas ex parlamentarias de Batasuna, señalaron algunas de ellas. Además, la dirección del PSE rechaza el punto de ese documento en el que se afirma que si la sociedad vasca decide un cambio "del marco jurídico establecido", debe ser respetado.

El portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, interpretó ayer estos movimientos como "posición de súplica permanente" del Gobierno hacia ETA, lo que motivó la respuesta de Rubalcaba. "El Estado es más fuerte y ETA más débil por la eficacia policial y la firmeza judicial; de eso nos debíamos alegrar todos, y la crítica cabe menos que nunca porque se atisba la luz al final del túnel". Este dirigente señaló que mantendrá conversaciones con los grupos políticos, pero evitó conferir a esos contactos un carácter formal. De ser así tendría que convocar al PP, y es algo que todavía no está decidido. Rubalcaba ha conversado ya con el líder de IU, Gaspar Llamazares.

El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran, ha hablado de la situación del terrorismo con el presidente, con el ministro del Interior, José Antonio Alonso, y con Rubalcaba. "Cada uno debe administrar como quiera la información que facilite el Gobierno, pero yo nunca la utilizaré en contra del Gobierno". Duran pidió "prudencia", dado que previsiblemente el proceso "será lento" y puede haber episodios de violencia. Esta prudencia también la pidieron Rubalcaba y el presidente del PNV, Josu Jon Imaz. El líder nacionalista recalcó, en Los Desayunos de TVE, que con ETA "no se puede hablar del proyecto político" del País Vasco.