Moratinos viaja al Cono Sur en un momento conflictivo

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, inició anoche una breve gira por cuatro países del Cono Sur, Uruguay, Paraguay, Argentina y Brasil, que coincide con un momento de alta tensión entre los dos Estados fronterizos del Río de la Plata. Buenos Aires y Montevideo viven semanas de enfrentamientos por un conflicto que tiene incluso una derivación española: la Empresa Nacional de Celulosa (Ence), que construye una papelera junto al Río Uruguay. Los argentinos, que vetaron un proyecto del mismo tipo en su orilla por razones ambientalistas, rechazan la contaminación que, afirman, les traerá la nueva fábrica y otra proyectada por una empresa finlandesa.

La polémica ha subido de tono en el terreno de los hechos, con paradas de camiones y bloqueos de fronteras desde la parte gaucha. También en lo político. Se ha hablado de un encuentro entre el presidente argentino, Néstor Kirchner, y el uruguayo, Tabaré Vázquez, pero la tensión crece y la supuesta cita se demora.

Vázquez ha aprovechado la ocasión para quejarse de la poca apertura comercial que ofrece a su país Mercosur, la estructura de integración regional de la zona, y el hecho es que el principal acto que Moratinos tenía programado en Buenos Aires, la primera reunión ministerial de Mercosur tras la incorporación al grupo de Venezuela, no se celebrará según lo previsto, porque los cancilleres de Brasil y Uruguay han anunciado ya que no acudirán. Moratinos pretende en este viaje impulsar las negociaciones de Mercosur con la UE.

Hoy, en Montevideo

El ministro verá, en cualquier caso, a Tabaré y a Kirchner en un plazo de pocas horas, ya que hoy está en Montevideo y pasado mañana, en Buenos Aires. No tiene, dicen sus colaboradores, ninguna intención de implicarse en su contencioso.

El viaje de Moratinos arranca de un motivo eminentemente protocolario, como es el traspaso de la presidencia de las Cumbres Iberoamericanas a Uruguay, que organizará la del próximo año. El ministro cumplirá el trámite acompañado de Enrique Iglesias, secretario general iberoamericano.

En Buenos Aires le espera, en cambio, una densa agenda bilateral, ya que España y Argentina siguen negociando un acuerdo de asociación estratégica. Persisten, además, los problemas de las empresas españolas de servicios públicos, que esperan la revisión de sus tarifas tras haber retirado las demandas que plantearon contra el Gobierno de Kirchner por incumplimiento de contratos.

Entre medias, Moratinos hará una escala en Asunción, para mantener el primer encuentro español a nivel ministerial con el Gobierno paraguayo de Nicanor Duarte. Y el miércoles se detendrá en Brasil para entrevistarse con su colega, Celso Amorim. De regreso, no aterrizará en Madrid, sino en Roma, para entrevistarse con representantes del Gobierno italiano, el jueves, y ser recibido por el secretario de Estado de la Santa Sede, Angelo Sodano, en la mañana del viernes.