Las bandas de menores, una de las grandes preocupaciones del Ayuntamiento
Bandas de menores que rondan los 14 años y que cometen pequeños y reincidentes hurtos se han convertido en una de las principales preocupaciones de Barcelona en materia de seguridad, aunque el concejal responsable del área, Jordi Hereu, no cree que la reforma de la Ley del Menor solucione el problema. Hereu sostiene que estos robos cometidos por menores de origen extranjero son desde hace meses un fenómeno preocupante, y la policía tiene contabilizados al menos a un centenar de estos chicos, que habitualmente van en grupo, cuando actúan en establecimientos o desvalijan a transeúntes por la calle.
Los menores, amparados por la actual ley, cometen cientos de estos delitos en comercios y otros establecimientos, en algunos casos animados por sus familias, como al parecer ocurre con algunos de ciudadanía rumana, mientras que en otros casos se trata de chicos desamparados, sin familiares en la ciudad. El concejal cree que la reforma de la Ley del Menor -que prevé endurecer el texto y establece la responsabilidad penal en 14 años- no servirá para mucho, ya que las familias que usan a sus hijos para cometer delitos, se adaptarán y utilizarán a niños de 12 o 13 años, "por lo que hay que cambiarlo todo".
Ciclo sancionador
Hereu hace extensiva esta queja a todo el sistema judicial, que a su juicio "tiene que ponerse las pilas" ya que para que mejore la seguridad "el ciclo sancionador tiene que funcionar", y apunta que no se puede poner todo el énfasis en la presencia de policía en la calle, como "piden los partidos de derechas", "Cuando se producen casos de personas a las que detienen cien veces y están en la calle, el sistema falla, y ese es un problema de Estado", asegura el concejal, quien advierte de que "la delincuencia nota dónde puede haber elementos de impunidad fáctica para actuar, y es ahí donde nosotros tenemos que incidir". Igualmente, el concejal señala que otros de los elementos que afectan a la percepción de la seguridad son los derivados de los comportamientos incívicos, "que no son un delito, aunque lo roza, y que no estaría en la agenda de un ministro de interior, pero sí en la de un concejal de distrito, un chup-chup permanente, que genera mucha inseguridad, y afrontar esta batalla es una gran palanca para luchar contra la inseguridad en mayúsculas".
Hereu se ha referido también a la polémica que ha surgido en Cataluña ante la intención de la Generalitat de regular la prostitución y que ha coincidido con la entrada en vigor de la ordenanza de convivencia, que entre otras actividades acota esta actividad sexual cuando se realiza en la vía pública. "Es un fenómeno complejo y preocupante, ya que además de estar relacionado con la exclusión social, tiene que ver con las bandas organizadas, que utilizan métodos de extorsión", ha dicho. En Barcelona, según datos del Ayuntamiento, hay unas 400 prostitutas que trabajan en la calle diariamente.
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