Las industrias azucareras inician su reconversión para producir biodiesel por la crisis del sector remolachero

Las industrias azucareras han empezado su proceso de reconversión y de diversificación industrial para hacer frente a la crisis originada por reforma de la OCM del azúcar, aprobada el pasado 24 de noviembre por la Unión Europea. La planta de Azucareras Reunidas de Linares (Jaén), única en la provincia del sector remolachero, ha anunciado que comenzará a producir biodiesel. Con anterioridad, la Azucarera Ebro, la principal industria transformadora del país y que cuenta con dos plantas en Cádiz (Guadalete y Guadalcacín), también mostró su intención de orientar la producción hacia los biocarburantes, por entender que puede ser una vía ideal para garantizar la viabilidad del cultivo.

La nueva OCM del azúcar contempla reducir la producción remolachera en Europa, estableciendo un recorte gradual del 36% en el precio del intervención (el que paga la UE por los excedentes) y una compensación del 64,2% de las pérdidas que sufran los agricultores por la reforma, además de indemnizar a las industrias que cierren. La Junta de Andalucía ha anunciado que va a elaborar un plan estratégico para buscar vías alternativas que garanticen la viabilidad de un cultivo con un alto componente social en Andalucía, comunidad que concentra casi el 40% de la superficie nacional de remolacha, con más de 7.000 agricultores y cinco industrias azucareras

La fábrica Azucareras Reunidas de Linares, única en la provincia jiennense dedicada al sector remolachero, ha anunciado que, para hacer frente a la crisis del sector, comenzará a producir biodiesel, uno de los llamados combustibles verdes que ofrece energía a la misma vez que es respetuoso con el medio ambiente. Esta energía se obtiene fermentando remolacha o cereales, o también aprovechando aceites vegetales que pueden haber sido ya usados. La consecuencia es que la industria, que se veía abocada al cierre como consecuencia de la reforma de la OCM del azúcar, podrá seguir abierta.

El gerente de Asaja en Jaén, Luis Carlos Valero, considera que es "la única alternativa ante el desmantelamiento de algunos cultivos como el algodón y el azúcar y para poder ser competitivos en relación al resto de países productores". Para Valero, es necesaria la colaboración de las Administraciones, con el fin de que estos proyectos "sean lo suficientemente ágiles y se puedan poner en marcha". En Sevilla, Asaja colabora con la empresa sevillana Abengoa en el programa Idea, una iniciativa orientada al aprovechamiento de las energías renovables y procedentes de la biomasa y biocarburantes. Gracias a ella, cultivos como la remolacha tendrán la posibilidad de salir adelante como componente principal para la producción de bioetanol.

En Jaén, ya se utilizan los residuos de la producción de aceite de oliva para obtener energías renovables. En Villanueva del Arzobispo se obtiene electricidad con orujo, mientras que otras empresas aprovechan los huesos de aceituna para producir bioenergías.