El Gobierno acepta que Andalucía decida sobre su parte del Guadalquivir

El director general de Aguas del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, admite que la Junta, al reclamar las competencias del Guadalquivir, demanda "una cosa lógica". Al margen de las dudas técnicas y administrativas sobre cómo articular esta demanda, ya no hay reticencias en la oportunidad política de la medida y se muestra tajante: "En la parte andaluza, tiene que decidir Andalucía cómo se desarrolla y emplea el agua del Guadalquivir".

Palop apuesta en una entrevista por buscar "una fórmula en la que el papel de la Junta sea hegemónico" dentro de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Una vía que permita un traspaso sin alterar la Constitución.

El responsable de la política de Aguas del Ministerio de Medio Ambiente también advierte de las consecuencias de la sequía, que sólo se aliviará si el régimen de lluvias de los próximos meses permite recuperar parte de los recursos hidrológicos. No obstante, advierte de que el pasado ejercicio fue el más seco en 125 años y que el nuevo año hidrológico no parece que vaya mejor.

La agricultura será la más perjudicada al poder enfrentarse a un 70% menos de agua si continúa la sequía. Las poblaciones no se verán afectadas, por ahora. Palop advierte de que el crecimiento del consumo urbano no puede ser indefinido. Si se hacen las 600.000 viviendas previstas en los próximos 15 años en la Costa del Sol, el director general de Aguas avisa: "Tendrán que ir acompañadas del consiguiente desarrollo en infraestructuras y gestión de forma que sean compatibles con el suministro de agua y la no degradación de la naturaleza".

Medio Ambiente ya ha establecido medidas para obligar a garantizar el abastecimiento antes de que se apruebe la urbanización de una zona. "Para aprobar un cambio del uso del suelo que implique mayor consumo de agua, y en concreto la proliferación de urbanizaciones, se debe contar con un certificado del organismo de cuenca que diga que se dispone de agua", afirma Jaime Palop.