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Reportaje:GESTIÓN Y FORMACIÓN

Una plataforma petrolífera en Móstoles

La escuela creada por Repsol hace siete años ha formado casi 500 profesionales cualificados y el 96% trabaja

Amaya Iríbar

Repsol YPF tiene más de 30.000 empleados, casi la mitad fuera de España. Unos 320 de ellos han salido del Instituto Superior de la Energía (ISE), un centro de posgrado creado hace siete años a instancias de la petrolera española y que ya ha formado a casi 500 alumnos. Consolidado el proyecto, el ISE quiere ahora potenciar sus programas para profesionales en activo.

El proceso de selección es muy duro. Se presentan más de 4.000 solicitudes para sus cinco master, que tienen este año 131 alumnos

El Instituto Superior de la Energía (ISE) no quiere ser conocido como la universidad corporativa de Repsol YPF, pero se ha construido a imagen de la petrolera. Con sede en Móstoles (Madrid), su vistoso y amplio edificio acristalado acoge cinco master especializados en el negocio petrolífero y cuatro de ellos coinciden con las grandes líneas de negocio de Repsol: exploración y producción; refino, gas y marketing; petroquímica y gas, y electricidad. El quinto es un MBA de empresas energéticas.

La idea de todos ellos es replicar en la mayor medida posible un entorno laboral, "convertir a licenciados en profesionales que demanda la empresa", explica José Pina, director del ISE. A simple vista, lo que parece es una modernísima escuela de negocios, muy luminosa, con aulas reducidas, salas de trabajo en grupo y un auditorio. Eso en el primer piso, porque el segundo se asemeja a una oficina cualquiera. Cada alumno -unos treinta por master- tiene su puesto de trabajo personalizado, con su ordenador, para seguir trabajando tras las clases.

La escuela empezó a funcionar en el curso 2000/2001 y se ha convertido en una fábrica de trabajadores muy cualificados. El 96% de los 494 titulados que han salido a la calle trabaja. Son en su mayoría ingenieros, con uno o dos años de experiencia profesional, y además han completado una formación muy especializada y pegada a la realidad empresarial.

Además para entrar en uno de los programas del ISE, cuyo precio oscila entre los 16.000 y los 18.000 euros, los aspirantes superan un verdadero proceso de selección, el mismo que harían para entrar en la plantilla de Repsol. Con sus pruebas de aptitud intelectual, dinámicas de grupo -cada equipo tiene que resolver un problema real-, y entrevista basada en competencias. Todas las pruebas son eliminatorias y el inglés es un requisito indispensable. Distintas empresas dan becas.

Marta Yugo, de 25 años, es una de las estudiantes becadas este curso. Aunque ha pasado "por muchos procesos de selección", asegura que el del ISE es "muy duro. Es como una prueba de resistencia al estrés". Una prueba multitudinaria. Cada año se superan las 4.000 solicitudes, para 131 plazas. Ese número puede explicarse por la escasez de este tipo de estudios en España. Según el directorio de la consultora Círculo de Progreso, sólo existen dos master sobre el sector petrolero, uno de la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid y otro de la escuela de negocios EOI. Ambos son master en administración de empresas (MBA).

Los estudios son muy prácticos, así que es habitual que los alumnos se queden trabajando en proyectos reales una vez terminadas las clases de la mañana. "Cerramos el ISE todos los días", dice de forma expresiva Yugo, quien calcula que dejan el edificio a las nueve de la noche. "La idea es que aprendan la profesión ejerciéndola", explica Pina, quien reconoce que los alumnos están obligados a trabajar "con intensidad y bajo presión". Los profesores son en muchos casos prejubilados de Repsol.

La escuela se ha convertido además en una extensión del departamento de recursos humanos de la petrolera. Cuando Marta Yugo, ingeniera en Soluziona, dejó su currículo en la página web de Repsol (www.repsolypf.com), le dieron a entender que sería conveniente que hiciera un master del ISE, explica esta alumna del programa de gas, refino y marketing. "No sabía ni que existía", asegura. Y los responsables de la escuela aseguran que las empresas se dirigen a ellos cuando buscan personal. En el 68% de los casos el destino final ha sido Repsol, si bien el resto se reparte entre 39 empresas diferentes. Los estudiantes son en su mayoría ingenieros (el 81,7%, sobre todo químicos e industriales), pero también geólogos, químicos, físicos, economistas y licenciados en Ciencias del Mar. El 63% de los alumnos son hombres.

Otra característica de la escuela es su vocación internacional, pareja también a la de Repsol. Así en la promoción actual abundan los españoles (56,4%) y los latinoamericanos (38,9%), sobre todo argentinos -Repsol adquirió la argentina YPF en 2000-. El 75% de las solicitudes proviene de América Latina.

El ISE ha buscado también la colaboración con otros centros. Los alumnos de exploración, por ejemplo, están estos días en la Universidad de Heriot-Watt (Edimburgo, Escocia).

El objetivo de la escuela, que tiene un presupuesto anual de más de cinco millones de euros, para los próximos años es potenciar los cursos técnicos dirigidos a profesionales en activo. En el último curso se impartieron 53 de estos programas cortos (39 de ellos para Repsol) en los que participaron 2.000 profesionales.

En el caso de los master, la referencia sigue siendo Repsol. Se potenciará el curso de exploración y producción, incluso hasta duplicar las plazas, porque así lo ha pedido la petrolera.

Alumnos del Instituto Superior de la Energía (ISE) trabajando en un proyecto.
Alumnos del Instituto Superior de la Energía (ISE) trabajando en un proyecto.PAULA VILLAR

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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