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EE UU quiere censurar los satélites meteorológicos europeos

Las dos agencias espaciales compartirán información en junio

Estados Unidos y Europa compartirán los datos de varios satélites meteorológicos polares que ambas potencias lanzarán en los próximos años. Pero un escollo no acaba de resolverse: EE UU quiere poder censurar parte de la información de los satélites a determinados organismos por motivos de seguridad, y Europa quiere asegurarse de que las entidades que ella decida nunca entrarán en esa lista negra.

Hay prisa para resolver quién podrá censurar qué, porque el problema tiene fecha límite: el lanzamiento en junio del MetOp 1, el primer satélite polar europeo y también el primero con que arranca en la práctica el acuerdo entre Europa y EE UU firmado en 1998. Ese convenio, llamado Sistema Unificado de Satélites de Órbita Polar' (IJPS, siglas en inglés), prevé que un satélite polar europeo y otro estadounidense funcionen de forma simultánea y complementaria, compartiendo los datos.

Como explica el operador de los satélites meteorológicos estadounidenses, la NOAA, "durante los pasados 30 años NOAA ha operado dos satélites de órbita polar, uno que cruza el Ecuador por la mañana y otro por la tarde. Ahora, NOAA dará cobertura sólo por la tarde, y un satélite europeo cubrirá la órbita de la mañana. Ambos son esenciales para los modelos de predicción meteorológica".

MetOp 1 ha sido construido por la Agencia Europea del Espacio (ESA) y será operado por Eumetsat, la organización de 19 países europeos que opera y distribuye los productos de los satélites meteorológicos europeos. Pero, tal y como prevé el convenio con EE UU, el nuevo satélite lleva a bordo no sólo instrumentos europeos, sino también estadounidenses. Lo mismo sucederá con los otros dos satélites que se lanzarán en los próximos 14 años.

La colaboración es importante tanto para Europa como para Estados Unidos. Greg Withee, director ejecutivo de la NOAA, declaró en diciembre que "ahora más que nunca NOAA depende de Eumetsat", porque el último de los satélites polares suyos dejará de funcionar en unos meses y su reemplazo se ha retrasado.

Pero esa dependencia no hará a EE UU renunciar a un aspecto clave del acuerdo: quiere poder censurar, por motivos de seguridad, la información que proceda de los instrumentos estadounidenses de los MetOp. "Sobre los instrumentos europeos no pueden hacer nada", señala una fuente del Instituto Nacional de Meteorología (INM), organismo que representa a España en Eumetsat. "Los datos de los MetOp están codificados, de forma que sólo un usuario con su correspondiente clave puede descifrarlos. Lo que quieren los estadounidenses es inactivar la clave de algunos usuarios en determinadas situaciones, por ejemplo un conflicto bélico", afirma esta fuente. El plan para hacer esto se llama Plan para la censura de datos (Data Denial Implementation Plan) y es el que NOAA y Eumetsat discuten ahora.

El organismo europeo estima que las negociaciones acabarán en cuestión de días, y no dará información hasta entonces. Pero en la revista electrónica especializada Space.com fuentes oficiales europeas afirman que Europa "no está cómoda" con la postura estadounidense. La prioridad, no obstante, es buscar el acuerdo: "Tenemos que ponernos de acuerdo sobre una lista de organismos, agencias e instituciones a las que se negarían los datos tras una petición de Estados Unidos. Los estadounidenses tienen ideas muy específicas sobre quiénes son estas personas. A nosotros no nos gusta la idea. Pero ¿nos resistiremos? La respuesta es no. Solucionaremos esto este año".

Estados Unidos ya habría cedido en que el control directo sobre la censura de datos no sea estadounidense sino europeo. Es decir, para solicitar la restricción "EEUU hará una petición a Eumetsat", declara a Space.com Mikail Rattenborg, director de operaciones de la organización europea, con sede en Darmstadt (Alemania). "Es un paso muy importante, implica que EE UU delega en Eumetsat el control de sus instrumentos".

La Tierra vista desde el espacio.
La Tierra vista desde el espacio.

El caso de Galileo

Las negociaciones sobre la censura de los datos de MetOp han recordado en el sector a las que paralizaron durante más de dos años el desarrollo de Galileo, el sistema de navegación por satélite europeo. Galileo dará información de posición con una precisión de hasta unos pocos centímetros, y en virtud del acuerdo firmado con EE UU será interoperable con el sistema de navegación estadounidense, el GPS.

Para llegar a ese acuerdo Europa tuvo que desplazar la frecuencia de una de las señales de Galileo, que estaba originalmente junto a la que ocupará la señal militar del futuro GPS estadounidense. EE UU quiere poder inhabilitar todas las señales disponibles, incluidas las de Galileo, en una zona concreta en caso de conflicto, excepto las suyas; pero con la señal de Galileo junto a la suya no podían inhabilitar la europea por separado.

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