La Berlinale se llena de películas realistas, personales y políticas
Mario Vargas Llosa asistirá al estreno del filme basado en su novela 'La fiesta del Chivo'
Dieter Kosslick, el director de la Berlinale, definió como "cercanas a la realidad, muy personales y políticas" las películas seleccionadas para la 56ª edición que comienza el próximo viernes en la capital alemana. En un encuentro con corresponsales extranjeros en Berlín, Kosslick justificó la ausencia de películas españolas en la competición por conseguir los osos, que premian a las mejores según el jurado, con la frase: "No encontramos ninguna para concurso". Kosslick reconoció que no había visto muchas películas españolas, pero insistió: "No encontramos nada adecuado".
La caza del oso se inicia el próximo viernes por la noche con la película británico-canadiense Snow cake (Pastel de nieve), de Marc Evans, y se cierra el domingo 19 con la proyección fuera de concurso de una versión restaurada y digitalizada de la película de 1973 Pat Garrett y Billy el Niño, de Sam Peckinpah. Entre la inauguración y la clausura de la Berlinale competirán por los osos 19 películas y otras siete se exhibirán fuera de concurso. Llama la atención la elevada presencia del cine alemán, con cuatro películas, "muy diferentes", según Kosslick, y la reaparición, con dos películas, del cine iraní tras 30 años de ausencia en Berlín. De los 26 filmes en concurso, 19 son estrenos mundiales y tres de ellos obras de debutantes, entre los que se encuentra el argentino Rodrigo Moreno, con El custodio, la única en lengua española en la competición. En otras secciones de la Berlinale, como Panorama, se proyectarán dos películas españolas: Estrellas de la línea, de Chema Rodríguez, y El triunfo, de Mireia Ros. En la sección de la Berlinale Especial se estrenará La gran final, de Gerardo Olivares, sobre la final del Mundial de 2002, una de las películas de tema futbolístico de esta edición. La coincidencia este año con la fase final del Mundial en Alemania, que se inicia en junio, ha provocado que en las diversas secciones del festival una media docena de películas estén relacionadas con el fútbol. Sexo y cocina son otros temas centrales. El director Kosslick declaró con ironía que, según Confucio, "sexo, comida y cine" son las tres cosas más importantes de la vida.
Dos veteranos octogenarios del cine estadounidense compiten por los osos: Robert Altman con A prairie home companion, con Meryl Streep entre los intérpretes, y Sidney Lumet con Find me guilty (Declárenme culpable), en la que el director de Doce hombres sin piedad vuelve a tocar un tema judicial. El clásico francés Claude Chabrol compite con L'ivresse du pouvoir (La borrachera de poder), una policiaca con connotaciones políticas interpretada por Isabelle Huppert. Entre las películas que podrían incluirse bajo la definición de políticas llama la atención The road to Guantánamo (El camino a Guantánamo), del británico Michael Winterbottom, sobre tres ciudadanos musulmanes del Reino Unido que dieron con sus huesos en ese campo norteamericano de internamiento. Al referirse al tema, el director de la Berlinale no reparó en declarar: "Me gustaría poder recibir y saludar en la alfombra roja de la Berlinale a los 450 prisioneros que en contra de todos los derechos humanos sufren torturas". La directora de Bosnia-Herzegovina Jasmila Zbanic trata en su primera película, Grbavica, la peripecia personal en la posguerra balcánica de una víctima de violación.
Entre los estrenos previstos en esta Berlinale se encuentra la versión cinematográfica de la novela La fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa, dirigida por su sobrino Luis Llosa. Se espera en Berlín al autor de la novela y a la actriz Isabella Rossellini.
Babelia
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