La sierra norte, a golpe de 'clic'

Un grupo de mozos de Lozoyuela se divierte en las fiestas veraniegas del pueblo. Son los años cuarenta, y la tradición dice que el soltero "más interesante, más enigmático... vamos, el que lleva más tiempo soltero" tiene que portar durante un año "el bastón que le acredita como alcalde de todos mozos", explica Carlos Serrano, estanquero del pueblo. El bastón del solterón de oro de Lozoyuela estaba formado por una rama de pino enrevesada que Carlos Serrano aún conserva en su casa. "Yo tengo el bastón, pero nunca fui soltero. ¡Si me casé con 25 años!", aclara.

Fue el suegro de este estanquero, Vicente Velasco, el que captó hace 60 años con su cámara fotográfica de fuelle la escena de los festivos mozos. "A mi suegro le encantaba hacer fotos, pero luego nadie se las reclamaba, y él se las quedaba", cuenta Serrano. Este hombre rescató recientemente la imagen, y ahora la instantánea forma parte del libro Pueblos de la sierra norte de Madrid. Imágenes para el recuerdo.

La intención era que los vecinos sacasen las fotos "de las cajas de latón y de galletas"

Juan Miguel Sánchez y Ángel Sanz son los dos autores de este libro. Durante dos años se han encargado de recopilar fotografías antiguas por los 54 pueblos (42 ayuntamientos) de la sierra norte de Madrid.

La primera edición ha sido subvencionada por la Consejería de Presidencia, que en total dedicó el año pasado 100.000 euros a la promoción de las tradiciones de los pueblos más pequeños de la región. "La alcaldesa de Gargantilla de los Montes, María Eugenia Gaztañaga, se entusiasmó con nuestro proyecto y fue ella la que lo movió por las instituciones", explican los autores.

Juan Miguel Sánchez es documentalista y profesor de Periodismo en la Universidad Complutense. Ángel Sanz es diseñador gráfico y ha trabajado durante 35 años en una editorial. Ambos se conocen "desde los 14 años", y éste es el quinto libro que hacen juntos. "A los dos nos encanta la fotografía antigua. Para este proyecto hemos visitado ayuntamientos, asociaciones de vecinos, casas particulares, bares... Cualquier lugar de la sierra norte. Al final recopilamos 1.500 fotos, de las que en el libro han quedado reflejadas 600", prosigue Ángel Sanz, que tiene una casa de fin de semana en Lozoyuela.

La primera edición del libro fue comprada por la Comunidad de Madrid para regalarla a distintas asociaciones y ayuntamientos. "Si hubiese demanda, entonces haríamos una segunda edición", explican Sanz y Sánchez.

La intención de los autores fue que los vecinos sacasen las fotos "de las cajas de latón y de galletas". Pero la tarea no fue fácil. "Los vecinos tienen mucho cariño a sus fotos antiguas, y no se atrevían a dárnoslas para el libro. Así que nos compramos una cámara digital para fotografiar las imágenes y así no tener que llevárnoslas de las casas. La gente de la sierra ha sido muy amable, nos abrieron las puertas e incluso nos invitaron a merendar".

La foto más antigua que aparece en Pueblos de la sierra norte de Madrid es de 1890, y la más moderna, de 1990. Hay imágenes de procesiones, vaquillas, fiestas, bodas, equipos de fútbol, tunos y maestras con alumnas de gesto serio a la puerta de la escuela.

Una foto de Valdemanco plasma cómo los vecinos mueven una enorme piedra que luego serviría para hacer el monumento de Dalí que hay en Madrid.

El libro ordena las imágenes por pueblos. "Hemos seleccionado las fotos por la calidad y por los temas, ya que muchas se repetían. Y hemos intentado meter una foto de cada familia que ha colaborado con nosotros", señalan los autores.

Todas las fotos que reflejan el pasado de la localidad de Lozoyuela han sido prestadas por el estanquero Carlos Serrano, que tiene una colección con "2.000 o 3.000 imágenes" que ha ido guardando en álbumes y carpetas. En otros municipios, como El Atazar, la recopilación de documentos gráficos fue mucho más difícil. "En este pueblo fue casi imposible encontrar fotos antiguas, porque estaba tan recóndito que por allí no iban ni los fotógrafos", recuerda Ángel Sanz.

Él y su compañero quieren hacer en los próximos meses una exposición itinerante con las fotos por todas las localidades de la sierra norte. Y ya tienen en mente un nuevo proyecto: fotografiar los pueblos en color, "para reflejar cómo es la vida en la sierra, pero esta vez en la actualidad".