Francia honrará a las víctimas de la esclavitud en una jornada anual
Jacques Chirac instaura el 10 de mayo para la conmemoración
El presidente francés, Jacques Chirac, instauró ayer la fecha del 10 de mayo para conmemorar la abolición de la esclavitud y honrar el recuerdo de quienes padecieron esta infamia y cuyos descendientes forman parte ahora de la sociedad francesa. La elección de ese día forma parte de las recomendaciones de un comité presidido por la escritora Maryse Condé, originaria de la isla de Guadalupe, en el Caribe, que ayer fue recibida por Chirac.
El 10 de mayo de 2001, el Parlamento reconoció la esclavitud como un crimen contra la humanidad. La trata de negros fue autorizada por Luis XIII en 1648. En 1794, en plena Revolución Francesa, fue abolida, pero Napoleón la restableció en 1802. La abolición definitiva no llegó hasta 1848.
Durante sus 10 años de mandato, Chirac se ha caracterizado por atreverse a mirar abiertamente y sin prejuicios el pasado de Francia. A diferencia de su predecesor, François Mitterrand, por ejemplo, reconoció la responsabilidad del Estado francés en las deportaciones de judíos realizadas durante el régimen de Vichy y, en consecuencia, la parte de culpa en el Holocausto. Ahora se ha atrevido con una de las páginas más oscuras de la historia de Francia, en un contexto complicado, después de que los diputados de su partido, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), aprobaran una ley que exigía que en las escuelas se enseñaran "los aspectos positivos" de la colonización y cuando todavía humea el recuerdo de la rebelión de las barriadas, una de cuyas causas es la discriminación. "La esclavitud ha alimentado el racismo", dijo Chirac ayer. "Sólo tratando de justificar lo injustificable se ha dado sostén a las teorías racistas", añadió.
Pero el presidente francés no miraba ayer únicamente al pasado, sino que quiso proyectar el tema hacia el presente y denunció la persistencia de prácticas que no son sino una versión moderna de la esclavitud. En este sentido, Chirac propuso que la justicia francesa pueda actuar contra las empresas que, en cualquier lugar del mundo, sometan a sus empleados a trabajos forzados. Recientemente, el grupo petrolero franco-belga Total se ha visto obligado a indemnizar a ocho birmanos que fueron forzados a trabajar en la construcción de un gasoducto en 1998. "¿Cómo se puede tolerar que en el siglo XXI haya en el mundo familias encadenadas por generaciones a la servidumbre de deudas, que tantos niños trabajen en condiciones terribles y que tantas niñas sean vendidas por sus familias para trabajos domésticos sin salario o para la prostitución?", se preguntó Chirac. "El trabajo forzado existe hoy, bajo una forma u otra, en casi todos los continentes", añadió el presidente francés citando las cifras de un informe de Naciones Unidas que establece en más de 20 millones el número de seres humanos víctimas de estas prácticas.
Chirac sugirió una coordinación entre la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) para que el comercio internacional no ignore "los principios fundamentales de los derechos humanos".
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