La UPA rechaza el contingente de aceite de países no comunitarios

La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) ha mostrado su rechazo a la intención de la Comisión Europea de autorizar un contingente extraordinario de aceite de oliva procedente de terceros países, principalmente de los productores del Mediterráneo, por entender que "perjudicaría" a los productores y cooperativas andaluzas. El secretario general de UPA en Andalucía, Agustín Rodríguez, ha asegurado que la medida ha sido analizada ya por el comité consultivo del aceite y el comité de gestión de la Comisión Europea, y advierte que sería la primera vez que se recurriera a esta medida que, a su juicio, persigue "influir" y "desestabilizar" los mercados y bajar los precios del aceite ante el riesgo de que pueda producirse una caída en el consumo.

Según el aforo hecho público por la Consejería de Agricultura, Andalucía va a tener en esta campaña una producción aceitera de unas 564.000 toneladas (el 80% del total nacional, cifrado en 706.000 toneladas). Estas cifras suponen un descenso de más de un tercio con respecto a la campaña anterior, aunque en algunas zonas productoras, como Jaén (la principal provincia olivarera y que concentra el 55% de la producción andaluza), la caída ha sido del 45%. La incertidumbre de los mercados por el descenso en la producción ha motivado en los últimos meses un gran aumento del precio del aceite de oliva, que ha superado la barrera de los cuatro euros en el caso del virgen extra.

Para Agustín Rodríguez, este aumento en los precios está "compensando" en parte la pérdida de renta de los olivareros andaluces por el recorte de la cosecha, por lo que advierte de la "incidencia negativa" que tendría la entrada en el mercado comunitario de un contingente de terceros países, que podría rondar las 200.000 toneladas. Los países que podrían exportar aceite en caso de abrirse las fronteras serían, entre otros, los de Argelia, Marruecos, Turquía o Israel.

El dirigente de UPA en Andalucía asegura que la totalidad del sector oleícola rechaza este contingente, a excepción de los envasadores e industriales españoles, una decisión que Rodríguez dice no entender, máxime cuando sus homólogos de otros países productores de la UE rechazan también la medida.

La UPA defiende que España concentra el 50% de la producción comunitaria, por lo que cree que debe ser el sector oleícola español quien "marque" la estrategia a seguir. "Estamos ante un intento de influir en el mercado para bajar los precios", ha alertado Rodríguez. En su opinión, es necesario conocer las cifras reales de producción (la campaña de comercialización apenas lleva tres meses) antes de tomar una decisión de ese calado.

La UPA confía también que el Gobierno no apoye esta medida con el argumento de que una bajada de los precios del aceite ayudaría a contener la inflación y el IPC. Tampoco cree Rodríguez que sea fundado el temor del sector envasador español a perder consumidores, especialmente en EE UU, Canadá o Japón.