EE UU pierde impulso
Varias son las señales que apuntan a una inminente desaceleración de la economía estadounidense en los próximos trimestres. El gran dinamizador de los últimos ejercicios, el consumo, empieza a perder fuerza como muestra el dato de crecimiento del PIB que hemos conocido esta semana. El encarecimiento de la financiación de más de un 3% en un periodo de año y medio no puede dejar inalterada a una de las economías con los hogares más endeudados del mundo. De hecho, recientemente hemos asistido a retrocesos de la actividad en el mercado inmobiliario que pronto se trasladarán a menores tasas de crecimiento de los precios de la vivienda. Esto, añadido a un precio del crudo que vuelve a rozar máximos históricos, hace razonable esperar un menor ritmo de crecimiento para la primera economía mundial, algo en lo que coinciden la mayoría de los analistas. La discrepancia emerge en la velocidad de esta desaceleración.
El mercado ha descontado ya que la Reserva Federal subirá de nuevo casi con seguridad el tipo de interés de referencia el próximo martes
La moderación del ritmo de crecimiento del consumo estadounidense es incluso deseable desde una perspectiva global, especialmente en un contexto de recuperación de los otros dos grandes bloques económicos mundiales: Japón ha dado ya señales de mayor crecimiento y el Área Euro podría hacerlo en breve. Lo cierto es que las previsiones de los organismos internacionales coinciden en subrayar que el crecimiento mundial no tiene por qué verse afectado por esta "reestructuración" que, de hecho, contribuiría a la corrección de un "desequilibrio exterior" estadounidense probablemente excesivo, originado además de por un sólido crecimiento de la inversión por un "exceso" de consumo favorecido por la barata financiación del resto del mundo.
De momento, el mercado ha descontado ya que la Reserva Federal subirá de nuevo casi con seguridad el tipo de interés de referencia en el próximo Comité de Política Monetaria que tendrá lugar el próximo martes y que, por cierto, será el último presidido por Alan Greenspan. Trabajo casi hecho para el nuevo presidente que le relevará. El mercado espera que éste sólo habrá de retocar al alza dicha referencia una o dos veces más este año hasta acercarse al 5%, nivel del que apenas se despegan ya los tipos interbancarios a más largo plazo. Signo inequívoco de una fase de final de ciclo que quizás se alargue en el tiempo.
Daniel Manzano y Meritxell Soler son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas).
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