Portugal busca su camino
La economía lusa continúa siendo una de las más débiles de la UE
Portugal no logra retomar su rumbo. El país ha crecido un 0,3% en 2005, a causa de un estancamiento del consumo y una caída de las inversiones. Esta ralentización se ha agravado por el estricto plan del Gobierno para controlar el elevado déficit fiscal -que ha llegado al 7% del producto interior bruto en 2004- y una deuda pública que supone el 65,9% del PIB.
La deuda del Estado se ha disparado hasta el 65,9% del PIB durante el año pasado, mientras que en 2000 sólo representaba el 53%
El país solamente ha crecido un 0,3% en 2005, a causa de un estancamiento del consumo y una caída de las inversiones
El último informe del Banco Central de Portugal indica que la economía lusa ha crecido sólo un 0,3% durante el año pasado, dos décimas por debajo de la meta del Plan de Estabilización del Gobierno y muy lejos del 1,5% de promedio que ha crecido la Unión Europea. Para este año, las previsiones tampoco son alentadoras, ya que se estima que el PIB portugués crezca sólo un 0,8%, inferior al 1,2% estimado sólo hace un par de meses. Resultados por encima del 1% se esperan sólo para 2007.
El Gobierno heredará, pues, este año un elevado nivel de endeudamiento, que sumado a las sucesivas crisis económicas externas y la fuerte dependencia del precio del petróleo ha generado una situación de estancamiento que se mantiene desde hace tres años. Tras un lustro de administraciones con un gasto público elevado y reducciones en las recaudaciones fiscales, la deuda del Estado se ha disparado hasta el 65,9% del PIB durante el año pasado desde un 53% en 2000.
Deuda pública
El déficit presupuestario rozará un 7% en 2005 y este año se espera que sea cercano al 5%. Para controlar las cuentas y mitigar, entre otras cosas, el fuerte impacto que ha significado la realización de la Eurocopa de Fútbol en 2004, el Gobierno portugués ha emprendido un estricto plan de racionalización del gasto público y aumento de impuestos. Con este proyecto se espera estabilizar las finanzas en tres años, aunque no ha logrado evitar un freno los indicadores de consumo.
El consumo privado, uno de los pilares de la economía portuguesa, continúa creciendo, pero a niveles inferiores que en años anteriores. Después de crecer un 2,3% en 2004, ha aumentado un modesto 2,1% en 2005 y se espera que en los próximos dos cursos no supere el 1,1%. Las exportaciones también se han visto seriamente perjudicadas con este plan de ajuste, creciendo sólo un 1,2% en 2005, tras un 5,4% de alza registrada un año antes. Los analistas esperan que los primeros síntomas de mejora en el comercio exterior se produzcan sólo en 2007.
Inversiones estancadas
Como consecuencia de la caída de las restricciones al gasto público, los escasos incentivos al consumo y aumentos en los impuestos, las inversiones se han estancado. En 2004 se produjo un crecimiento mínimo de un 0,2%, mientras que durante el año pasado retrocedieron en un 3%. Los pronósticos señalan que durante los próximos dos cursos no se superarán aumentos del 0,8%. Al mismo tiempo, los expertos piden que se hagan más esfuerzos para consolidar la inversión.
El contexto exterior tampoco ha ayudado a la economía lusa. Históricamente, Portugal ha competido por atraer inversiones extranjeras, gracias a sus bajos costes de mano de obra y un favorable sistema de impuestos. No obstante, la llegada de los nuevos socios del Este puede generar una huida de capitales dentro de la Unión Europea hacia países con costes aún más bajos que los portugueses. A esto se suma la llegada de manufacturas indias y chinas, que compiten directamente con productos lusos de bajo coste. Con este escenario, las propias autoridades han reconocido que para los dos próximos años se prevé una moderada recuperación.
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