Educación ultima acuerdos para sellar en febrero el pacto educativo

El Departamento de Educación quiere cerrar en las próximas semanas el pacto educativo con los agentes sociales; es decir, con los sindicatos, las asociaciones de padres de alumnos y los representantes de la escuela privada. De los acuerdos que alcancen las partes saldrá una normativa que repercutirá en un considerable número de aspectos de la educación.

Los apartados más novedosos de la reforma educativa que se pretende se refieren básicamente al aumento de los días en que los colegios estarán abiertos -y no precisamente para aumentar el número de días lectivos, sino para realizar actividades extraescolares y socioeducativas- y a la implantación en la escuela pública de la sexta hora de clase diaria en la educación primaria. La escuela privada y la privada concertada ya hace años que tienen esta sexta hora de más, lo que, con el correr de los cursos, hace que un alumno de la privada haya tenido 1.050 horas más lectivas que uno de la pública. Ello quiere decir en la práctica que un alumno de la escuela privada, tras los seis años de educación primaria, ha realizado un curso más que uno de la escuela pública.

Los padres están decididamente a favor de implantar la sexta hora; los sindicatos, en cambio, están a la expectativa y prefieren ver cómo avanza el pacto para definir su postura en este terreno.

La sexta hora comportará un lógico incremento de plantillas, ya que el profesorado actual no verá aumentadas sus clases en la misma proporción en que lo haga el horario lectivo. Al contrario, está previsto que los maestros reduzcan en dos horas su horario lectivo, que es de 25 horas semanales, para sumar estas mismas dos horas a las cinco que tienen que dedicar a otras actividades docentes. Para afrontar esta reducción de horario, será preciso contratar 1.000 maestros el curso que viene. La aplicación de la sexta hora comportará otros 2.500 contratos.