La ONU propone universaslizar para 2010 el tratamiento contra el sida
En 2010, todas las personas que lo necesiten en el mundo recibirán tratamiento contra el sida. Este compromiso ha sido adoptado por un grupo de expertos liderados por la ONU en cuya reunión han participado países donantes financieros contra la enfermedad y ONG especializadas. Actualmente, sólo 1,5 de los 6 millones de personas que necesitan medicación -el 90% de ellos son habitantes de países pobres- la recibe.
El encuentro de expertos toma el relevo de la iniciativa 3x5 impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se propuso dar medicación a tres millones de personas para el final de 2005. El resultado final se ha quedado en la mitad de lo proyectado, según las primeras estimaciones.
La nueva propuesta cuenta con algunas ventajas sobre ese plan de la OMS. En primer lugar, ha cambiado el compromiso protagonizado por los líderes de los países africanos. Incluso algunos Estados tan pobres como Botsuana y Lesotho, donde la tasa de incidencia de la pandemia supera el 20% de la población adulta, se han propuesto el objetivo de proporcionar tratamiento a todas las personas que lo necesitan. Para ello cuentan con que las multinacionales continúen facilitando los fármacos a precio de coste (unos 300 euros por persona y año en lugar de los 10.000 que cuestan en los países ricos).
Además, en los últimos años se han realizado diversos estudios que demuestran que los fármacos, que se han probado sobre todo en los países ricos, también son eficaces para el tipo de virus predominante en el sur de África, la zona más afectada del planeta.
Alta adherencia
En la misma línea, investigaciones financiadas por el Baylor College de Tejas y la Fundación Secure the Future han puesto de manifiesto que la adherencia a los tratamientos es en África superior al 80%, un porcentaje similar al del resto de los países, y que no hace falta una infraestructura tan complicada como se pensaba para suministrarlos.
En lugares donde falta personal sanitario de África, por ejemplo, basta con la formación de los líderes de las comunidades (personas de respeto en los poblados) para hacer el seguimiento. La simplificación del tratamiento (ahora basta con unas seis pastillas diarias en lugar de las más de 20 de los primeros cócteles) también ayuda.
Estos programas se han visto reforzados por la existencia de los llamados mupati (compañeros), personas que se comprometen junto al propio enfermo para que éste cumpla con las pautas de la medicación.
Otros factores que pueden ayudar son la nueva política de la ONU de centralizar las ayudas contra el sida en los responsables de los planes nacionales. Con ello se evita la multiplicidad de iniciativas.
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