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El Gobierno italiano permite el interrogatorio de 22 agentes de la CIA

Enric González

Con el puño izquierdo levantado y la mano derecha en el corazón, Evo Morales juró ayer el cargo de presidente de Bolivia. El nuevo mandatario anunció que trabajará para "acabar con el Estado colonial". "Vamos a cambiar la historia, a terminar con 500 años de injusticia contra nuestro pueblo", dijo. Mientras en las calles miles de personas festejaban el cambio en la jefatura, Morales pronunció un duro discurso contra la clase política y los ex presidentes presentes en el Parlamento boliviano. Morales anunció que el Estado tomará el control de los recursos naturales, empezando por el agua.

Vestido con un traje negro de alpaca con remates marrones, camisa blanca y sin corbata, el "ciudadano Juan Evo Morales Aima" respondió con un "sí, juro" a la pregunta planteada por su vicepresidente, Álvaro García Linera: "¿Jura usted por Dios o por la creencia o convicción que profesa?". Acto seguido, pidió un minuto de silencio por los líderes indígenas como Marco Inca o Tupac Amaru, y otros como el Che Guevara. Luego, con el collar que utilizara Simón Bolivar al cuello, Morales subrayó que el latifundio "es anticonstitucional", aseguró que en la actualidad Bolivia "es como Suráfrica", y echó en cara a los "señores ex presidentes" que le hubieran marginado en el pasado y criticó a la Corte Electoral por haber depurado el padrón, acción supervisada en su momento por observadores internacionales. También denunció el "terrorismo mediático" de los medios de comunicación, especialmente de "algunas mujeres periodistas".

Más de cien mil personas, en su inmensa mayoría indígenas ataviados con sus trajes de gala, tomaron ayer las plazas del centro de la capital boliviana para celebrar la llegada de Morales a la presidencia de la República. En numerosos lugares en plena calle se celebraban ritos de agradecimiento a la tierra y a las deidades aimaras por la victoria de Morales. Otros hacían sonar cuernos rituales mientras se producía el juramento. La canción Uka jacha uru jutasjiway (El gran día ha llegado) era entonada en diversos momentos por la multitud.

"¿Qué han hecho los gobernantes?", se preguntaba Morales, y acusó a los anteriores Ejecutivos bolivianos de "poner la plata [dinero] en Estados Unidos o en Suiza, en vez de invertirla en su país". El tono de Morales se endurecía y en un momento determinado interrumpió su discurso para recriminar a un senador que se estaba adormilando. La Cámara, con mayoría de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), aplaudió el gesto.

"Momentos dramáticos"

Minutos antes, el nuevo vicepresidente, el sociólogo Álvaro García Linera, se había saltado el protocolo para dirigir una advertencia al Parlamento: "Bolivia está viviendo uno de los momentos más dramáticos de su historia. Crisis de Estado, derrumbamiento del sistema de partidos tradicionales. El empeoramiento de la economía nos ha convertido en un Estado patéticamente dependiente de poderes extranjeros", señaló. García Linera propuso acabar con "las estructuras coloniales racistas de dominación".

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En el balcón del Parlamento ondeaba ayer la bandera indígena, la whipala, junto a la tricolor boliviana. En la plaza, entre miles de personas que aclamaban a Morales también ondeaban las enseñas de las 10 provincias bolivianas, los nueve que forman el actual Estado más el departamento de Litoral, perdido en la guerra del Pacífico, librada con Chile entre 1879 y 1883.

La llegada del presidente chileno, Ricardo Lagos, levantó una gran expectación y estuvo cargada de símbolos. Y eso que empezó con el pie izquierdo. El avión de la Fuerza Aérea chilena que trasladó a Lagos a La Paz colocó en su exterior una bandera boliviana nada más tocar tierra... pero la bandera estaba al revés. Lagos no pasó revista a las tropas, aunque inmediatamente se trasladó al domicilio particular de Morales, con quien mantuvo una reunión que no estaba programada.

En silencio, desde la tribuna de invitados todos los presidentes de Suramérica -un hecho sin precedentes en Bolivia- escuchaban las palabras de Morales. En representación de España acudió el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón. "Que sepa la comunidad internacional que el poder de la conciencia ganó sobre el poder de la prebenda las elecciones presidenciales", subrayó Morales, quien explicó que el enviado de Estados Unidos a la ceremonia, el subsecretario de Estado para el hemisferio Occidental, Thomas Shanon, le había visitado el sábado y le había hablado de la necesidad de profundizar en las relaciones entre ambos países. Morales dijo que ha propuesto a Estados Unidos una política de "cocaína cero y narcotráfico cero", pero también ha advertido de que no se va a dejar de cultivar la hoja de coca.

Por la tarde, Morales se trasladó a la Plaza de los Héroes, en el centro de La Paz, para celebrar su "compromiso ante el pueblo de Bolivia".

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