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El consorcio no acometerá la limpieza de la Ría al confirmarse su regeneración natural

Los técnicos estiman que los sedimentos contaminantes del lecho están estabilizados

El Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia descarta una limpieza total de los fondos de la ría de Bilbao, que supondría remover su lecho, que alberga materiales contaminados, y se decanta por una regeneración natural del cauce. Los informes técnicos constatan que, al ponerse fin a los vertidos directos de aguas residuales al Nervión, los sedimentos tienen una menor concentración de metales y no se justificaría un dragado del cauce. Un estudio elaborado en 1999 por el Ministerio de Medio Ambiente cifraba en 1.500 millones de euros el coste la limpieza total, una tarea que duraría ocho años.

El estudio de Medio Ambiente, que se envió a la Unión Europea para lograr ayudas económicas, admitía el desconocimiento de los productos tóxicos que albergaba el lecho de la ría, aunque apuntaba el mercurio, cadmio, zinc, hierro o el cromo, fruto de los descontrolados vertidos de residuos industriales y domésticos durante buena parte del siglo pasado. La fuerte inversión requerida frenó su puesta en marcha y en ese periodo prácticamente ha concluido el Plan Integral de Saneamiento del área metropolitana -la mayor inversión pública medioambiental en Euskadi, con un coste de 764 millones de euros cuando en 2008 esté prácticamente finalizado-, que ha evitado los causantes de la contaminación del cauce.

La ría de Bilbao tiene desde 1989 estudios de seguimiento de su estado, tanto de los sedimentos, la fauna y flora, como de la calidad del agua. Ahora existen ocho puntos de muestreo a dos profundidades distintas, que se analizan entre diez y doce veces al año, "lo que nos proporciona entre 160 y 180 datos anuales", señala Javier Franco, técnico de investigación marina de la fundación Azti, que, junto a la UPV, se encarga de estos estudios.

"En los años 90, la mitad de las muestras no llegaba al 60% de oxigenación de las aguas [el estandar de calidad fijado] y en los dos últimos años ese porcentaje se sitúa entre el 10% y el 20%", añade el técnico de Azti. El cambio fundamental se produjo a partir de 2001, cuando la planta depuradora de Galindo (la encargada de la depuración de casi todas las aguas residuales de la metrópoli) inició el tratamiento biológico, que permite eliminar el 95% de contaminación de los vertidos residuales.

Javier Franco señala que el grado de polución de los sedimentos tuvo un fuerte descenso en los 90, debido también a la desaparición de industrias contaminates, y en los últimos años "se aprecia una tendencia hacia la estabilización". Esto ha traído una clara recuperación de los organismos que viven en el lecho y del plancton, y el aumento del número de especies, que ahora rondarán las 50.

Recuperación de especies

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"Pero el cambio, más que este dato, es que las especies que antes entraban sólo hasta la zona media de la ría llegan ahora al interior". Cerca del Palacio Euskalduna, pasado el barrio de Deusto, ya se encuentran quisquillas, cangrejos y lenguados. Además, las aves empiezan a utilizar el estuario del Nervión como área de reposo invernal, "con unas poblaciones cada vez mayores en los últimos años".

El presidente del consorcio vizcaíno, Ibon Areso, se afianza en estos estudios que constatan que en el lecho "no hay una contaminación especial". "Los técnicos nos dicen que no removamos esos fondos", señala.

Javier Franco asegura que la mayor contaminación se encuentra en la parte inferior del cauce "y está prácticamente inerte. Y lo que afecta a los procesos de la vida está más arriba". El técnico de Azti alerta de los riesgos de remover unos sedimentos "que están inertes". A ello se añade el problema de su confinamiento, ya que Euskadi no dispone de un depósito para albergar residuos tóxicos. El Gobierno vasco estudió su posible construcción, pero ya la ha desechado.

"Para la fauna", apunta Javier Franco, " hay dos aspectos fundamentales: la oxigenación y la contaminación de los sedimentos. En lo primero ya se está logrando el estándar de calidad y en los sedimentos ya se ha visto que se ha estabilizado el nivel de contaminación". El técnico de Azti resalta que el proceso de recuperación es gradual, por lo que los resultados serán espectaculares a partir de ahora. "Dentro de diez años habrá comunidades más ricas y mejorará la zona interior con la colonización y mantenimiento de las comunidades faunísticas".

Esta recuperación permitirá diversificar los usos, "aunque no todos los que ofrecía antes de las actuaciones humanas". "Lo de bañarse en la ría es un tema del que se ha hablado mucho, pero para qué vas a hacerlo si tienes al lado unas magníficas playas", indica Javier Franco.

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