La firma de turrón 'El Almendro' cierra su fábrica de Xixona y traslada la producción a Toledo

La firma de turrón El Almendro ha llegado a un acuerdo con el comité de empresa para clausurar la fábrica de Xixona y trasladar su producción a la población de Sonseca (Toledo), según confirmó ayer la dirección en un comunicado oficial. La iniciativa de la centenaria industria turronera, radicada en Xixona desde 1883, supone el despido automático de 65 trabajadores que se han negado a trasladarse a la localidad toledana que, en contrapartida, recibirán una indemnización global de un millón euros.

La propiedad de El Almendro justifica el cierre de la fábrica de Xixona en la necesidad de centralizar toda la actividad en Sonseca, donde se encuentra la sede productiva y social del grupo Delaviuda, que hace 10 se hizo con la mayoría de las acciones de la firma alicantina.

Según el presidente del comité de empresa, Julián Sobrino, el pasado lunes la dirección de El Almendro les comunicó oficialmente el traslado de la planta a Toledo. La empresa planteó dos opciones a la plantilla -66 operarios, 14 fijos y 52 fijos discontinuos-: trasladarse a la factoría de Sonseca, o bien acogerse a una indemnización por despido. Sobrino asegura que la totalidad de los trabajadores, salvo uno, ha optado por la alternativa de la indemnización.

El representante de los trabajadores justifica la opción mayoritaria de la plantilla de acogerse a las indemnizaciones, "por el desarraigo que les conllevaría el traslado a Toledo, ya que son trabajadores con una media de 40 años". No obstante, Sobrino reconoce que los más perjudicados, pese a que la empresa no ha puesto obstáculos a la hora de abonar las máximas indemnizaciones previstas en la ley, serán los más jóvenes y, por tanto, con menor antigüedad.

Para los trabajadores, el cierre de la planta de turrón El Almendro de Xixona no ha sido una sorpresa, primero, por la paralización de algunos proyectos -como la creación del museo El Almendro- y, en segundo término, por la salida, el pasado año, de la firma del Consejo Regulador del Turrón, extremo que privó a su produccción de la certificación de Denominación de Origen.