Los chiíes ganan las elecciones en Irak, pero no logran la mayoría absoluta
Los kurdos se consolidan como segunda fuerza y los suníes logran una importante representación
La coalición de partidos chiíes religiosos Alianza Iraquí Unida ha logrado 128 de los 275 escaños del Parlamento, a sólo 10 votos de la mayoría absoluta, según los resultados oficiales de las elecciones legislativas celebradas el pasado 15 de diciembre, anunciados ayer en Bagdad por la Comisión Electoral iraquí. Los grupos religiosos chiíes seguirán siendo la fuerza política dominante en Irak, pero necesitarán el apoyo de una coalición con la Alianza Kurda, que ha obtenido 53 escaños, y las dos listas suníes, que suman 55 escaños, con vistas a formar un Gobierno de unidad nacional de amplia base.
Después de haber boicoteado los comicios legislativos de enero de 2005, dos bloques suníes -el Frente del Acuerdo Iraquí (44 escaños) y el Frente Iraquí de Diálogo Nacional (11)- obtienen ahora una importante representación, en tanto que la lista del ex primer ministro Yyad Alaui (chiíes moderados), se ve reducida a 25 escaños.
Aunque la coalición de chiíes y kurdos que forjó el Ejecutivo salido de las anteriores elecciones ha perdido 40 escaños, se encuentra a sólo tres votos de seguir manteniendo el control de los dos tercios de la Cámara: la mayoría que habilita para la formación de Gobierno. Las combinaciones con los partidos pequeños, que suman 14 escaños, son numerosas.
Chiíes y kurdos han anunciado, no obstante, su intención de formar un Gobierno de unidad nacional que incluya a los suníes. Pero los resultados electorales indican que los suníes cuentan con un estrecho margen de negociación. Por lo demás, sigue siendo una incógnita si los chiíes desean un Gobierno de unidad de amplia base o una simple representación simbólica de los suníes.
La principal dificultad para la formación del nuevo Gobierno, que aún puede demorarse varias semanas, será sin duda la adopción de un programa común para superar los enfrentamientos que perduran tras el debate constitucional del pasado verano. Los suníes sostienen que los proyectos de chiíes y kurdos para dotarse de un amplio autogobierno en el sur y el norte del país, respectivamente, sólo servirán para desmembrar definitivamente Irak.
Control del petróleo
El control territorial exclusivo de los yacimientos de petróleo -concentrados precisamente en las provincias del sur y el norte- por parte de las comunidades que estuvieron sojuzgadas bajo el régimen de Sadam Husein amenaza con dejar sin recursos a los suníes.
El general norteamericano Thomas Turner, comandante de la 101ª División Aerotransportada desplegada en Irak, aseguró ayer que los progresos en el plano político pueden contribuir a mejorar la seguridad en el país. "Creo que si los suníes participan en el proceso político, habrá menos miembros de esa comunidad apoyando a los terroristas y a los combatientes extranjeros", afirmó Turner.
Las medidas de seguridad han sido extremas en los últimos días ante la publicación de los resultados electorales. El Ministerio del Interior, que sigue sin noticias de la periodista norteamericana Jill Carroll, secuestrada el pasado día 7, informó de que la policía ha localizado a seis cadáveres, maniatados y con los ojos vendados, al norte de Bagdad. En la capital, la explosión de un coche bomba ante una patrulla policial causó al menos 10 heridos. Un británico, que trabajaba en una empresa de seguridad, murió el jueves.
COALICIÓN DE UNIDAD NACIONAL
-La coalición de chiíes y kurdos ha perdido 40 escaños respecto a a las anteriores elecciones
-Tras boicotear los comicios de enero de 2005, los suníes consiguen 55 escaños en el nuevo Parlamento de Irak
-La formación de un Gobierno de unidad nacional debe superar las disputas constitucionales sobre el autogobierno de las regiones y el control del petróleo
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