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Una plaga de termitas en Ripoll obliga a derribar viejos inmuebles

Los insectos habitan casas semiabandonadas del casco antiguo

La acción de las termitas ha minado de manera irreversible las vigas de muchos viejos edificios de Ripoll (Ripollès) y está obligando al derribo de un buen número de casas, sobre todo las ubicadas en el casco antiguo de la población. Fuentes municipales informaron ayer que la plaga ha afectado principalmente a edificios sin mantenimiento que no han sustituido las vigas de madera por otras de metal.

La semana pasada se inició el derribo de dos inmuebles de la calle de la Trinitat, adquiridos por un propietario que desea levantar nuevas viviendas en estos terrenos. Otros cuatro edificios de esta calle, también afectados por las termitas, podrían ser derribados en los próximos días. Sólo uno de estos ha permanecido habitado hasta hace poco, aunque un reciente informe técnico municipal confirmó que estaba afectado gravemente por la acción de las terminas y existía riesgo de desplome.

El principal problema que plantea la acción de las termitas consiste en su detección. A menudo, las vigas de madera se encuentran ocultas tras un falso techo y resulta difícil comprobar su estado. Una de las viviendas que serán derribadas fue sometida a una reforma parcial por parte de su propietario y, a pesar de que ofrecía un buen aspecto exterior e interior, la constatación de que sus vigas estaban raídas por las termitas forzó su desalojo. Fuentes municipales informaron ayer que resulta difícil inspeccionar los domicilios si el propietario no concede su permiso. "Sólo podemos intervenir en el momento en que hay un cambio de titularidad o cuando existe algún indicio de problemas estructurales, como grietas o desprendimientos", advierten desde el consistorio.

Alquileres irregulares

El Ayuntamiento de Ripoll es consciente de que en el municipio existen también alquileres fraudulentos -principalmente a inmigrantes- que no constan oficialmente. Estos inmigrantes ocupan a menudo pisos en muy malas condiciones que no superarían una inspección técnica.

Las termitas son insectos del orden de los isópteros, se alimentan de madera y otros materiales ricos en celulosa, de ahí su denominación de xilófagos. Viven en colonias que pueden llegar a los dos millones de individuos, aunque sólo la reina puede poner huevos. La presencia de termitas puede complicar la compraventa de un edificio y algunos países, como Francia, tienen incluso una ley que regula las actuaciones legales en caso de localizarse la presencia de termitas.

No existe un censo de las viviendas afectadas por las termitas en Ripoll, aunque no resulta descabellado suponer que buena parte de las viviendas antiguas que no han sido reformadas a fondo podrían tener su estructura afectada en mayor o menor medida por la ación de los insectos.

No es la primera vez que Ripoll sufre el ataque de las termitas. Hace unos 12 años, la biblioteca municipal debió cerrarse para fumigarla a fondo.

Ripoll debe recibir este año una importante inyección económica a través de la Ley de Barrios que impulsa la Generalitat. Está previsto que el consejero de Política Territorial y Urbanismo, Joaquim Nadal, acuda al municipio para firmar el acuerdo la próxima semana. El anuncio de las ayudas a la rehabilitación ya ha incentivado las consultas de propietarios que tienen edificios semiabandonados en el casco antiguo y el consistorio tiene el convencimiento de que la ley "cambiará el panorama" de la ciudad vieja.

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