La cifra de firmas en los sectores tradicionales cae hasta un 3% en un año

La crisis de la industria tradicional valenciana se evidencia en el goteo de ajustes de empleo e incluso en el cierre de empresas. Un informe elaborado por UGT-PV realiza un resumen de 2005 y explica que en 12 meses el número de industrias en algunos de los principales sectores manufactureros cayó entre un 2% y un 3%. La caída, en el caso de empresas relacionadas con el mueble, fue del 2,42%.

El informe de UGT-PV ha sido elaborado con datos del Directorio central de empresas (Dirce). Datos, en cualquier caso, que muestran tanto la vitalidad del sector de la construcción -donde en apenas dos meses han aparecido 3.094 empresas cuya actividad está relacionada- como la debilidad de la industria manufacturera valenciana, con un alto componente en mano de obra.

En relación con las segundas, los datos del sindicato muestran cómo el número de empresas dedicadas a la actividad textil bajó desde las 2.207 industrias de 2004 hasta las 2.144 de 2005 (-2,9%). El descenso fue del 3,73% para las empresas de confección y peletería -donde en cifras absolutas se ha pasado de 1.341 empresas de 2004 a 1.291 el año pasado-. En el caso del mueble, por citar otro ejemplo, la cifra de empresas se redujo de 4.053 industrias a 3.955 en 2005 (-2,42%).

Entre las actividades que también evidencian la vitalidad de su sector se encuentra también el comercio al por menor (excepto el de vehículos, motocicletas y ciclomotores) o las empresas de hostelería.

El secretario de Acción Sindical de UGT-PV, Carlos Calero, considera que estos datos demuestran "la actual desprotección de la industria valenciana, necesitada tras la irrupción en los mercados mundiales de los países asiáticos, que ha producido una pérdida tanto de mercado interior como del exterior".

UGT-PV demanda la adopción de medidas dirigidas a la solución de los problemas "que las empresas pequeñas y medianas no son capaces de afrontar por sí mismas". El sindicato, por ello, destaca la importancia de aumentar la capacidad de penetración de los productos valencianos en los mercados exteriores, sobre todo en los países europeos, sin perder de vista otras medidas que faciliten la inversión tecnológica y en investigación, para que el tejido industrial valenciano pueda adaptarse y competir mediante la búsqueda de nuevos mercados y segmentos de consumo, que están ligados a los productos de alta calidad, diseño y precio.