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Zapatero ve compatible reconocer el sentimiento nacional catalán y reservar 'nación' para España

El presidente defiende que hay que respetar a cada uno, pero "no puede haber privilegios"

Luis R. Aizpeolea

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó ayer que "jurídicamente" es más correcto que el término nación "se reserve para España", pero defendió que el reconocimiento del sentimiento de "identidad nacional" de Cataluña no afecta al modelo de Estado, porque la soberanía reside en las Cortes. Zapatero recalcó que "no puede haber privilegios, pero hay que respetar a cada uno. Ésa es la mejor manera de vivir de forma integrada".

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En la recta final de la negociación del futuro Estatuto catalán, en la que uno de los elementos decisivos pendientes de resolver es la denominación de Cataluña, Zapatero hizo una reflexión sobre ese asunto durante un coloquio con alumnos del Instituto Jabalcuz de Jaén. "¿Qué entiende usted por nación? ¿Es partidario de que una comunidad autónoma se denomine así?", le preguntaron.

Zapatero admitió que "la Constitución habla de nación para España y el Estatuto de Cataluña dice que esta comunidad es una nación. Jurídica y constitucionalmente es más correcto que nación se reserve para el conjunto de España". No obstante, precisó que "una nación o una forma de sentir una identidad es algo que también hay que respetar. Hay muchos catalanes que sienten una identidad nacional y eso es compatible, en términos políticos, con lo que representa nación para España. La Constitución lo singulariza para España porque ahí sitúa la soberanía del pueblo".

A continuación, Zapatero utilizó una comparación que hasta ahora no había empleado. Tras manifestar que "lo peor es dar una batalla por las palabras y los conceptos que a lo largo de la historia han tenido diversas interpretaciones", señaló: "El preámbulo de la Constitución habla de los pueblos de España y luego el articulado habla del pueblo español. No parece que sea una gran contradicción". También recordó que en muchas constituciones no aparece el término nación y sí el de país o pueblo, como en el caso de Estados Unidos.

El presidente del Gobierno insistió en que "en términos jurídicos y constitucionales, la nación es España, pero reconocer que hay un sentimiento nacional en Cataluña es evidente y, además, aunque no se reconociera, lo van a sentir así los catalanes".

También quiso aclarar que el debate sobre la definición de Cataluña como nación no altera el modelo de Estado de las Autonomías. "Tenemos un modelo de Estado bien definido en la Constitución. La unidad se expresa a través de la soberanía reconocida en las Cortes, que representan a todo el pueblo español. Eso es la soberanía. Y luego hay un gran espacio constitucional para las comunidades autónomas, a las que se les reconoce su identidad y su capacidad para gestionar los asuntos de todos".

El presidente del Gobierno insistió en que el debate sobre el modelo territorial no genera ningún riesgo. "Todo lo que en democracia se puede abordar desde el diálogo y el consenso es la manera de que no exista ningún problema". Zapatero también se pronunció sobre estos otros asuntos:

- Ley del tabaco. "La ley respeta la libertad individual y el ámbito privado de su uso. No descarto que haya en el futuro una actitud mucho más contundente contra el uso del tabaco".

- Ex presidentes del Gobierno. "Cuando deje de ser presidente, dejaré de serlo de manera real. Formaré parte del Consejo de Estado, desarrollaré mi actividad y seguiré compartiendo mis ideas. Estaré en silencio. El silencio de un ex presidente se valora mucho".

- Relaciones con EE UU. "Las relaciones con EE UU son buenas. Con la Administración de Bush... hay que introducir matices. A Bush no le gustó nada que retirara las tropas de Irak. Eso va a estar ahí siempre. Sigo pensando que fue una decisión acertada porque lo quería la gente y por las innumerables desgracias que sufre Irak sin que hubiese argumentos para ese conflicto".

- Relaciones con la Iglesia. "Tenemos un acuerdo, una contribución financiera y una buena relación. Pero tiene que estar muy claro que somos un país aconfesional. Los valores religiosos no se pueden imponer a la ley. Ni en la educación, ni en la enseñanza de la religión ni en las leyes civiles se puede traspasar una ideología religiosa".

- Relaciones con el PP. "Las relaciones personales [con Rajoy] son bastante buenas. (...) Llevaban gobernando ocho años y el pasar a la oposición exige un periodo de adaptación. Hay que darles tiempo. La democracia es de los ciudadanos y son ellos quienes deciden quién les representa. La tensión parece más de lo que es".

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