"El mundo, Nueva York, todo ha cambiado desde el 11-S"
Tiene cara de estudiante, sonrisa de niño y abrigo de colegial. Su aspecto no es de los que se prodigan entre los escogidos como persona del año por la revista Rolling Stone. Pero Jonathan Safran Foer (Washington, 1977), el escritor estadounidense que apareció en 2002 en esa selecta lista, no trata de ser ningún punto de referencia para la modernidad.
"Hay demasiadas cosas que hemos decidido no mirar. Y eso pone en peligro la verdad" "El único crítico con capacidad para juzgarme es el tiempo"
Tiene cara de estudiante, sonrisa de niño y abrigo de colegial. Su aspecto no es de los que se prodigan entre los escogidos como persona del año por la revista Rolling Stone. Pero Jonathan Safran Foer (Washington, 1977), el escritor estadounidense que apareció en 2002 en esa selecta lista, no trata de ser ningún punto de referencia para la modernidad. Simplemente, escribe libros, pero con un éxito poco habitual entre sus coetáneos del gremio. El autor publica ahora en España su segunda novela, Tan fuerte, tan cerca (Lumen), un relato sobre el 11-S desde la perspectiva de un niño, por la que cobró en EE UU un adelanto de medio millón de dólares. El pasado viernes se ha estrenado también en los cines españoles Everything is illuminated (Todo está iluminado)la versión cinematográfica de su primer libro, una novela de la que se vendieron más de 100.000 ejemplares inspirada en un viaje que hizo a Ucrania en busca de sus raíces judías. Su principal enemiga es la escritora Nicole Krauss, su mujer, de 30 años, quien publicará en marzo en España su segunda novela, Una historia de amor, no tan bien pagada como la de su marido pero igualmente popular en EE UU.
El fervor y la devoción que existe en el mundo literario neoyorquino por la pareja sólo es comparable al desprecio y al rechazo que la otra mitad de ese mundo les profesa. Nadie puede afirmar con certeza si la fama de ambos se debe a una cuestión de verdadero talento, de exaltación de la precocidad, de excelentes maniobras publicitarias o, como afirma el propio Safran Foer, "de pura suerte".
Sentado en un restaurante japonés en Brooklyn, el barrio de Nueva York en el que vive desde hace cinco años, el escritor intenta desmitificar el peso de su juventud "puesto que sólo me ha traído problemas y enemigos", afirma, y trata de restarle importancia a su matrimonio con otra escritora de éxito que compite con él en las librerías. "Para nosotros compartir la misma profesión es estimulante. Los que nos atacan lo hacen porque en Nueva York siempre hay que vapulear a alguien y ahora me ha tocado a mí", se defiende Foer. Los honorarios y el contenido de su novela Tan fuerte, tan cerca provocaron críticas polémicas y contradictorias en su país, pero el libro no se vendió mal.
"Escribir una novela en torno al 11-S es una elección natural, sobre todo siendo neoyorquino. Lo que no es natural es ignorarlo. El mundo, Nueva York, todo ha cambiado desde entonces. Y que la gente se escandalice porque he decidido meter variaciones tipográficas o fotografías simplemente demuestra que Estados Unidos sigue obsesionado con lo que se puede ver y lo que no. El 11-S la gente se tiraba en llamas desde las torres pero aquí la televisión censuró las imágenes. Después se montó el escándalo por la teta de Janet Jackson. Y, mientras, vemos noticias sobre una guerra en Irak sin ver muertos. Hay demasiadas cosas que hemos decidido no mirar. Y eso pone en peligro la verdad. Yo sólo quería ser fiel a ella", explica en referencia a las fotografías que cierran el libro, en las que se muestra la caída a cámara lenta de un cuerpo desde las Torres Gemelas pero marcha atrás.
La novela gira en torno a Oskar, un niño de nueve años que tras perder a su padre en los atentados, emprende un viaje alrededor de Nueva York para encontrar al dueño de una misteriosa llave que yacía escondida entre las cosas de su padre. Su odisea se mezcla con la historia de sus abuelos, víctimas del bombardeo de Dresde durante la Segunda Guerra Mundial. "Hay quienes afirman que se trata de un libro pacifista. Otros lo tachan de político y algunos de emocional. Yo prefiero que los lectores decidan", asegura este escritor criado en Washington y muy activo en las críticas anti-Bush.
Trabajó intentando evitar su reelección, pero a pesar del fracaso electoral Foer sigue en campaña. "He utilizado la promoción del libro para visitar escuelas e invitar a los jóvenes a que lean más. No hace falta enviar más diplomáticos a Oriente Próximo, sino que se lean más libros sobre esa parte del planeta", proclama.
Todo está iluminado (Debolsillo, 2004), su primer libro, fue rechazado por seis agentes y 10 editoriales. Pero tras ser publicado y recibir el aplauso de autores como Salman Rushdie, Jonathan Safran Foer pudo abandonar trabajos estrambóticos como el de empleado de una morgue y escritor fantasma para un médico. Frente a quienes le acusan de ser el producto de una promoción orquestada inteligentemente, Foer afirma: "El único crítico con capacidad para juzgarme es el tiempo".
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