'Abuso de poder'
En su artículo Abuso de poder (EL PAÍS, 11 de enero), el embajador Emilio Menéndez del Valle acusa al presidente Bush de una retahíla de acciones supuestamente antidemocráticas e inconstitucionales. No voy a agotar la paciencia de los lectores de EL PAÍS rebatiendo cada argumento del embajador, pero permítanme dar un par de ejemplos para ilustrar las debilidades de su escrito.
El autor ataca la Ley Patriótica como "instrumento totalitario", y cita aprobatoriamente al senador Patrick Leahy como ejemplo de los legisladores que han comenzado a oponerse a ella. Lo que no menciona es que el senador Leahy fue el coautor de la Ley Patriótica original y su ponente en el Senado.
Tampoco menciona los comentarios del senador durante el debate en el Congreso sobre la Ley Patriótica en diciembre de 2005: "Estaba orgulloso de los contrapesos que incluimos en la legislación... Estaba a favor de la mayor parte de la ley hace cuatro años, razón por la cual voté a favor, y estoy a favor de la mayor parte de la Ley Patriótica ahora... Nadie debe dudar de que los que voten a favor se preocupan sobremanera por la libertad del pueblo estadounidense, ni que aquellos de ustedes que voten en contra quieren proteger la seguridad y la libertad del pueblo estadounidense".
El autor también habla de la "nefasta influencia" del vicepresidente Cheney, que supuestamente ha orquestado una transformación neoconservadora de la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Según el autor, en este documento -cuyas ediciones son de acceso público- "se explicita que es la potencia destinada a dominar el mundo, arrogándose el derecho a servirse de la guerra preventiva con el fin de conseguir tal propósito". Resulta esclarecedor comparar el informe de septiembre de 2002, el primero publicado durante la presidencia de Bush, con el de 1999, el último de la presidencia de Clinton.
Uno de estos informes afirma: "Estados Unidos debe estar dispuesto a actuar en solitario cuando lo exijan sus intereses... Haremos lo que debamos para defender esos intereses, incluyendo, cuando sea necesario y oportuno, el uso de nuestra fuerza militar de manera unilateral y decidida".
Otro extracto reza: "Aunque Estados Unidos se esforzará constantemente por recabar el apoyo de la comunidad internacional, no dudaremos en actuar en solitario si es necesario".
¿Jugamos a quién dijo qué? El primer extracto es del informe de Clinton; el segundo, de Bush.
Otra cita: "Ejerceremos nuestro derecho a la autodefensa actuando preventivamente contra los terroristas para impedir que hagan daño a nuestro pueblo y a nuestro país". Comparémoslo con: "Mientras los ciudadanos estadounidenses continúen siendo objetivo de los terroristas, nos reservamos el derecho a actuar en nuestra defensa atacando sus bases y a los que les patrocinan, ayudan o apoyan activamente". Esta vez, la primera cita es de Bush; la segunda, de Clinton.
Este documento no afirma que Estados Unidos se crea "la potencia destinada a dominar el mundo". Sin embargo, sí expresa que "Estados Unidos goza de una posición de fuerza militar única y una gran influencia económica y política". Ésta me parece una declaración de realidad actual más bien innegable.
Aunque agradecemos la preocupación por el "déficit democrático" que aflige a nuestro país, la democracia estadounidense goza de bastante buena salud. Las discusiones entre la Casa Blanca y el Congreso sobre la autoridad del Ejecutivo no son cosas nuevas. El sistema de contrapesos funciona bastante bien. El Congreso es perfectamente capaz de estar en desacuerdo con el presidente. Asimismo, deben conocer la buena disposición de los medios estadounidenses para mirar con lupa al Gobierno y criticarlo.
Si alguien quiere, simplemente, criticar la política estadounidense respecto a Irak, lo puede hacer sin tergiversaciones ni calumnias así. Estamos bastante acostumbrados a las discrepancias sobre este asunto. Y aunque el embajador Menéndez del Valle crea que "no hay misión cumplida que valga en Irak", el Gobierno de Estados Unidos disiente respetuosamente, porque creemos que un mundo libre de las agresiones y las invasiones de Sadam Husein, un Irak libre de la tiranía de Sadam Husein y un pueblo iraquí que trabaja para construir un futuro democrático y seguro para sí son objetivos que merecen la pena.
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