Rusia reitera su oferta de enriquecer el uranio iraní

La propuesta rusa de enriquecer combustible para las instalaciones nucleares de Irán "sigue sobre la mesa de negociaciones", aseguró ayer el vicejefe del Gobierno y ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Ivanov. Éste desmintió al diario Kommersant, que había informado sobre el viaje de una delegación rusa a Teherán para estudiar una venta de sistemas de misiles S-300 tierra aire de largo alcance. "No ha habido delegaciones militares rusas en Irán y no se han mantenido conversaciones para suministrar sistemas S-300", sentenció Ivanov.

Rusia firmó en diciembre un contrato de 700 millones de dólares para suministrar a Irán 29 sistemas antimisiles Tor-MI destinados a modernizar su defensa antiaérea. EE UU e Israel expresaron sus reservas.

Ivanov admitió que Irán constituye una "causa justificada de preocupación", pero insistió en la vía diplomática antes de llevar el caso al Consejo de Seguridad, algo que no excluyó. "Los medios políticos y diplomáticos para resolver el problema no se han agotado aún, y se debe hacer todo lo posible para que la situación no se transforme en un enfrentamiento". El portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Mijaíl Kaminin, exhortó a Irán a reconsiderar su decisión.

Rusia está construyendo el primer bloque de la central nuclear iraní de Busher. El coste de estas instalaciones, donde trabajan más de 3.500 especialistas rusos, es superior a 1.000 millones de dólares. La empresa coordinadora del proyecto, Atomstroieksport, hizo saber ayer que no se plantea la evacuación de personal.

La construcción de Busher podría verse afectada si el Consejo de Seguridad adoptara sanciones contra Irán, según el ex ministro de Energía Atómica de Rusia, Víctor Mijáilov. "El incumplimiento de acuerdos intergubernamentales y de diversos contratos, a causa de posibles sanciones, amenaza con grandes perdidas financieras a Rusia", dijo Mijáilov.