_
_
_
_

Una exposición y un documental destapan al enigmático fotógrafo Araki

El polémico artista japonés insiste en su fascinación por el sexo, la vida y la muerte

Elsa Fernández-Santos

La leyenda y la polémica persiguen a Nobuyoshi Araki (Kioto, 1940). Su inmensa obra fotográfica (ha publicado más de 350 libros) está marcada por una obsesión compulsiva por el sexo y la muerte. Una fascinación que, según él, nace de la vida misma. Tachado de sexista por sus detractores y de genio absoluto por sus defensores, Araki es, según asegura una fiel admiradora, la cantante Björk, un hombre profundo y romántico. Una exposición con 44 imágenes recientes y la proyección de un documental sobre su vida y obra intentan descubrir el enigma del artista japonés.

Las 44 fotografías en blanco y negro que se exponen hasta el 4 de marzo en la galería La Fábrica de Madrid (Alameda, 9) están divididas en dos series. Por un lado, la titulada Kaori, realizada en 2002, que está dedicada a una de las amantes del fotógrafo, y por otro, Diario, una serie que reúne fotografías que resumen la temática habitual de Araki: la fantasía sexual, la tradición y el sometimiento de la mujer, la vida callejera... Hoy, a las 20.00, en el cine del Círculo de Bellas Artes de Madrid se proyecta el documental de 2004 Arakimentari que, dirigido por Travis Klose, indaga en la personalidad y la obra del fotógrafo.

Araki es un fotógrafo-estrella que vive rodeado de un séquito de ayudantes y modelos. La leyenda cuenta que se acuesta con todas las mujeres que fotografía, pero la realidad parece más prosaica. Una modelo sonríe ante la pregunta: "No, yo no me acosté con Araki, pero él me dijo que dijera que sí".

Araki considera que su obra maestra es el libro que hizo sobre su luna de miel, titulado Un viaje sentimental, y que se editó en 1971. En una fotografía se ve a su mujer dormida en un barco. "Está acurrucada como un feto", dice él. "Es el barco de la muerte. Está cansada de tanto sexo". Yoko, su mujer, fue su modelo hasta que murió. La fotografió cada día: en el jardín, en la cama, en la bañera, en el hospital, en el ataúd... "De pequeño mi parque era el cementerio. Allí aprendí que nadie puede separar la vida de la muerte", asegura el fotógrafo en el documental.

Siempre vestido con camisetas sin mangas y customizadas por él, Araki juega a la provocación. Actúa ante la cámara tanto o más que sus modelos. "Seamos guarros", dice mientras suelta una carcajada. "Quiero fotografiar la temperatura de la piel... El origen del arte visual yace en la vagina", afirma. "La mujer es superior al hombre, física y mentalmente. No podemos ganarlas. ¿Podemos?".

Araki cree en la fotografía como una farsa, una farsa impregnada de su propia biografía. "Como fotógrafo, mi punto de partida fue el amor... y la idea de un yo novelado...". Desde ese yo, el fotógrafo cuenta: "No recuerdo bien mi infancia. Pero recuerdo a mi madre llorando histérica. Vi sus lágrimas. Es la imagen infantil más impactante que poseo. No era el tipo de mujer que dejaba ver sus sentimientos. Ese recuerdo lo tengo grabado y he dedicado mi vida a intentar consolarlo. Cuando mi madre murió le hice una foto. Quería que la gente viera lo que es la suprema elegancia. Fue fácil, encontré el ángulo y disparé".

Fotografía de la serie <i>Diario,</i> <b>de Araki, expuesta en Madrid.</b>
Fotografía de la serie Diario, de Araki, expuesta en Madrid.
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_