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Las gestantes con VIH tienen un riesgo 8 veces superior de muerte fetal

Los antirretrovirales reducen a menos del 1% el contagio madre-hijo, pero plantean nuevos retos

El uso de las terapias antirretrovirales en mujeres embarazadas ha permitido reducir drásticamente (por debajo del 1%) la tasa de transmisión vertical del VIH (de madre a hijo). Sin embargo, superado este reto, los médicos afrontan nuevos desafíos derivados precisamente de la utilización de terapias combinadas de antirretrovirales, que han convertido las personas seropositivas en enfermos crónicos.

Un estudio elaborado por el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer del Hospital Clínico de Barcelona y publicado en la revista científica AIDS ha demostrado que las mujeres embarazadas infectadas por el VIH tienen un riesgo ocho veces superior de sufrir preeclampsia y muerte fetal que las gestantes no infectadas. El riesgo aumenta cuanto mayor es el tiempo de infección y el de tratamiento con antirretrovirales previo a la gestación. La incidencia de la preeclampsia, trastorno que consiste en un incremento de la presión arterial combinada con una elevada eliminación de las proteínas de la orina, ha pasado del 0 por 1.000 al 110 por 1.000 en mujeres gestantes con VIH desde el uso generalizado de las terapias modernas contra el sida.

Las tasas de éxito de la fecundación 'in vitro' en las seropositivas caen hasta el 16%

Las conclusiones del estudio, en el que participaron 472 mujeres embarazadas seropositivas, ponen de relieve la necesidad de que la preeclampsia figure entre las posibles complicaciones que deben vigilarse muy atentamente durante el seguimiento obstétrico de las embarazadas infectadas con el virus del sida, según explicó ayer el jefe de Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínico de Barcelona, Oriol Coll. El diagnóstico precoz de la preeclampsia o de un retraso del crecimiento fetal permite planificar una finalización del embarazo si existe riesgo de complicaciones graves.

Otro estudio publicado en la misma revista AIDS y realizado por el Hospital Clínico y la Clínica Eugin de Barcelona apunta que la infección por VIH y el tratamiento antirretroviral merman la calidad de los oocitos, lo que explicaría la menor tasa de embarazos con el uso de técnicas in vitro entre estas mujeres respecto a las no infectadas. Si entre las mujeres sanas la tasa de embarazos logrados con técnicas de fecundación in vitro oscila entre el 40% y el 50%, entre las seropositivas la tasa no supera el 16%. Esta reducción se corrige cuando en el tratamiento de fecundación se usa un oocito de una donante sana. "Estas pacientes presentan una resistencia ovárica asociada a niveles bajos de células de defensa", comenta Oriol Coll. Estos conocimientos permitirán en muchos casos subsanar la subfertilidad de estas mujeres. "Antes de someterse a una fecundación in vitro, deberían corregir su déficit inmunológico. Si aun así no logran un embarazo, la donación de oocitos sería la opción más indicada", explica Coll.

Según el jefe del Servicio de enfermedades infecciosas del Clínico, Josep Maria Gatell, cada vez son más las mujeres seropositivas que deciden quedarse embarazadas y lo hacen "en edades avanzadas", lo que eleva el riesgo de anomalías cromosómicas en el feto. Antes de generalizarse la terapia antirretroviral, la práctica de la amniocentesis (punción para extraer líquico amniótico) para detectar estos trastornos no se hacía por el riesgo de infección al feto. El equipo de Gatell y Coll han demostrado que esta técnica no supone un peligro si, antes de practicarla, los infectólogos intensifican el tratamiento antirretroviral para rebajar al mínimo la carga viral de la gestante.

Josep Maria Gatell, en el hospital Clínico de Barcelona.
Josep Maria Gatell, en el hospital Clínico de Barcelona.MARCEL·LÍ SÁENZ

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